En un parate de su recorrida por la provincia de Buenos Aires, canales de televisión y programas de radio, Ricardo Alfonsín se muestra confiado en que, si la elección interna de hoy tiene una “participación masiva”, les ganarán “holgadamente” la conducción del radicalismo bonaerense a los caciques Leopoldo Moreau y Federico Storani. Aunque no quiere cargar las tintas sobre el impacto de la interna en su pelea por las presidenciales de 2011 con el vicepresidente Julio Cobos, Alfonsín asegura que los cobistas están “preocupados” porque tiene “una buena imagen en la sociedad”. “Y por eso están haciendo lo posible para deteriorar esa relación con la gente”, agregó el diputado, en diálogo con Página/12. Además, consideró que se pone en juego “la posibilidad de ganar el gobierno nacional”.

–¿Qué está en juego en esta elección?

–La posibilidad de consolidar al partido en la provincia, de transformarnos de nuevo en un partido de mayorías, y con ello la posibilidad de ganar el gobierno nacional. El partido necesita un cambio en la conducción para generar condiciones que permitan volver a los que se fueron, pero no a otro partido, sino los que se fueron ofendidos a sus casas. Los que han ocupado un protagonismo muy importante durante los últimos 25 años han generado un desgaste que afectó su credibilidad hacia adentro del partido.

–¿No es una forma de medir su candidatura con la de Cobos para 2011?

–Nosotros nunca introdujimos esa cuestión. La introdujeron ellos porque creían que apareciendo como los representantes de Cobos en la provincia iban a tener alguna ventaja en términos electorales y porque querían evitar discutir sobre cómo anda la UCR en la provincia. Nosotros en todo momento negamos que estuviera eso en discusión. Y lo hicimos para preservarlo a Cobos, porque nos parecía una irresponsabilidad comprometerlo en una interna en la que no tenía nada que ver. Y yo no soy precandidato. Yo estoy trabajando para recuperar el partido. Lo que no quiere decir que dentro de un año, si las circunstancias lo quisieran, lo sería, pero no estoy trabajando para eso.

–Desde el sector de Moreau y Storani los acusan de buscar un partido “chico” que sea manejado por Carrió...

–Eso es una tontería que ni ellos se creen. Nosotros queremos un partido grande para ser gobierno y no para tener un par de diputados más. Ellos estaban en contra del Acuerdo Cívico y de incorporar a la Coalición Cívica. Yo creía que había que hacerlo por la demanda social, pero además por un interés partidario, porque encontrarnos todos en el ACyS facilitaría las cuestiones para que regresaran a la UCR. Nosotros trabajamos para que regrese Cobos, pero también Margarita Stolbizer y Elisa Carrió. Ellos sólo quieren que vuelva Cobos.

–¿Está en riesgo la trasparencia de la elección?

–Se cometieron muchas desprolijidades, mucha negligencia. No se trata de que nosotros les exigimos algo que no hicieron. La ley les exigió hacer lo que no hicieron. Ni siquiera hoy tenemos todos los lugares de votación en el Gran Buenos Aires.

–¿Cómo interpreta la vuelta de Gustavo Posse y los cobistas a la UCR?

–Yo la miro con sorpresa. Estoy muy contento de que haya regresado, pero él se había ido diciendo que con las antiguas estructuras y sus referentes era imposible cambiar el partido y ahora regresó para trabajar de la mano de las viejas estructuras.

–Si los cobistas y ustedes criticaron a la conducción bonaerense porque no hubo un acuerdo...

–Fundamentalmente, porque están preocupados porque yo tengo, principalmente por una revalorización de la figura de Alfonsín, una buena imagen en la sociedad. Como no pertenezco a sus espacios, para algunos puedo parecer como eventual candidato a gobernador o a presidente. Y por eso están haciendo lo posible para deteriorar esa relación que tenemos con la sociedad. Las líneas son más importantes que el partido para ellos.

–¿Hay una pelea por la herencia de Raúl Alfonsín?

–Esa me parece una discusión ridícula e innoble. No se puede andar utilizando nombres de personas queridas por el partido para adueñarse de ellas. Yo no digo que soy heredero de nadie, no tengo semejante grado de locura y espero que se trate de una cuestión emocional coyuntural. Eso es absolutamente falso cuando dijeron que Alfonsín en su lecho de muerte lo llamó a Cobos para que regrese. Alfonsín no estaba en cama y fue Cobos quien le pidió una reunión y le dijo que quería regresar al partido. Y quien más militó para eso fui yo.

–¿Cuál es el pálpito para hoy?

–Si van a votar simplemente a los que los van a buscar, el resultado es bastante complicado. Si hay una participación masiva, les ganamos holgadamente. Pero además los que lleven, cuando estén en el cuarto oscuro, les van a cambiar la boletita.