“Hoy Néstor Kirchner duplica a cualquier oponente en la primera vuelta de las elecciones y ya no pierde en el ballottage como hace un par de meses”, diagnostica Enrique Zuleta. “En algún caso, como el de Mauricio Macri, todavía está levemente abajo en una eventual segunda vuelta, pero nadie cree que Kirchner podría perder con Macri en un ballottage. Hay datos en la encuesta que muestran eso palmariamente. Por ejemplo, un 47 por ciento de los consultados creen que en 2011 ganará un candidato del oficialismo, contra un 31 por ciento que piensa que se impondrá un candidato de la oposición. Y, más claro aún, el 57 por ciento piensa que a la oposición le falta capacidad para gobernar.” Para Zuleta, el punto clave del diagnóstico es que “estamos en el mayor momento de fragmentación de la oposición. Al mismo tiempo, se ve que el Ejecutivo tiene consistencia, cosas que hacer, vocación por gobernar y gestionar. La oposición, mientras tanto, parece concentrarse en una agenda que se centra en estar en contra. Por ejemplo, de los superpoderes, del Indec, del Consejo de la Magistratura, de las facultades delegadas. Es una especie de guerra de guerrillas, con el punto clave en el control del Ejecutivo. Eso es apreciado por el ciudadano, pero no aparece como capacidad de gobernar”.

“Además, el eje central de la oposición es el radicalismo. Y hoy por hoy, se percibe a la UCR con poca consistencia para gobernar y, sobre todo, para retener el gobierno frente a poderes u oponentes que surjan. Elisa Carrió le quita a la oposición. Se la percibe como valiente, pero no con las facultades para gobernar”, sostiene Zuleta.

El consultor redondea su diagnóstico marcando que “en los últimos meses, Cristina Kirchner mejoró mucho, creció. Y eso tiene que ver con la envergadura y el tamaño de la oposición. Hubo más exigencia, la Presidenta tuvo que cambiar de ritmo. Una oposición que funciona, que aparece con cierta superioridad numérica en el Congreso, obliga en general a los oficialismos a mejorar su performance. Sucede aquí y en otros países. Algo así como ‘dime la oposición que tienes, y te diré cuánto rinde el oficialismo’”.