De un día para el otro, el Gobierno pasó de anunciar que preparaba una batería de medidas para reducir los precios de la canasta de alimentos a mencionar que necesita más tiempo y trabajo para tomar cualquier decisión. Frente a tan abrupta readecuación de las estrategias, Eduardo Duhalde asumió la tarea de intentar disimular el papelón. El Presidente se mantuvo ayer en que “en materia de precios tenemos que estar con los ojos encima”, e insistió en que “estamos trabajando en varias cuestiones de la canasta de alimentos, porque tenemos que curarnos en salud”. Para ello, ratificó que el Estado “tiene a su disposición herramientas de política económica, como las tributarias y los impuestos a las exportaciones”.
Sin embargo, en los ministerios de Economía y de la Producción dejaron de hablar de esas medidas, y especialmente del ajuste a las retenciones. “No tenemos mucho para contar. Hay un trabajo técnico que hacemos de manera permanente, tratando de ver si hay medidas que ayuden a morigerar los costos de la canasta de alimentos y eso signifique una reducción de precios que mejore la situación de los que tienen menos”, explicó Aníbal Fernández. Pero lamentó que “este trabajo, que se tendría que haber hecho con sordina, haya tomado estado público”.
El ministro cuestionó de ese modo a su par de Economía, que dio la orden el último jueves de sacar un comunicado anticipando las medidas en estudio. La respuesta que dieron cerca de Lavagna es que el tema salió a la luz luego de una reunión de gabinete, y que fueron Alfredo Atanasof y Fernández quienes primero hablaron del tema.
Mientras el Gobierno discute cómo sigue la cuestión, desde el sector privado hubo todo tipo de declaraciones. Una de las asociaciones de pequeños comerciantes, Fedecámaras, lanzó un “feriado comercial” para mañana durante el que sus afiliados no realizarán compras a las empresas que hayan aumentado sus precios en los últimos 20 días, en particular del rubro alimentos. El anuncio fue hecho por el titular de la entidad, Rubén Manusovich, acompañado por representantes de asociaciones que nuclean a carniceros, almaceneros, panaderos y estaciones de servicios.
Desde otra vereda, la Federación Agraria rechazó la posibilidad de aumento de las retenciones y consideró que es “falso” atribuir al sector rural el aumento de los precios de los alimentos. Los ruralistas consideraron necesario “ir al fondo de la cuestión e impulsar una recomposición salarial para redistribuir la riqueza”. Por otra parte, la entidad reclamó que el Gobierno “se deje de hacer el distraído con los sectores que concentraron las utilidades de la economía nacional en la última década”, y que más allá de apuntar a los productores, “ajuste a los otros miembros de la cadena comercial”.