El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, aseguró ayer a la mañana que “van a tener que dar explicaciones” los que realizaron las inspecciones en el local nocturno Beara, donde un derrumbe dejó dos personas muertas y 25 heridas.

Fernández sostuvo que este sitio “no es un boliche como tal, sino que está habilitado como clase C, es decir, un lugar de comidas mas no de baile”. Y agregó que escuchó al secretario general del gobierno porteño, Marcos Peña, decir que en los últimos meses había habido nueve inspecciones en el local donde ocurrió el derrumbe, ubicado en el barrio de Palermo: “Los que hicieron las inspecciones van a tener que dar explicaciones de por qué sucedió eso”, subrayó el jefe de Gabinete.

Por otra parte, el subsecretario de Obras Públicas de la Nación, Abel Fatala, pidió al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires “que actúe rápidamente” para “evitar la sensación de que los ciudadanos no sabemos dónde estamos parados”. Fatala se pronunció tras el derrumbe ocurrido a la madrugada en el boliche Beara, del barrio porteño de Palermo.

“Si una estructura que tenía que haber funcionado en forma resistente colapsa, yo (como jefe de Gobierno) hoy estaría llamando a arquitectos, ingenieros de la UBA y de la Universidad Tecnológica Nacional y también al Consejo Profesional de Arquitectura y de Ingeniería para hacer una inspección masiva en todos los boliches”, planteó Fatala.

El hecho, ocurrido un mes y un día después del derrumbe del gimnasio Orion de Villa Urquiza –con un saldo de tres muertos–, llevó al funcionario a pedir al jefe de Gobierno Mauricio Macri un “llamado urgente a arquitectos e ingenieros para inspeccionar todos los boliches”.

Y agregó que, si perteneciera al sector empresario, “yo mismo estaría convocando a los profesionales clave” que, según su criterio, “tiene que ver con ingenieros estructuralistas y electromecánicos” para que “inspeccionen cómo funcionan los aparatos electromecánicos –como los ascensores– en todos los boliches”.