El Consejo Superior de la Universidad de Buenos Aires criticó las tomas que agrupaciones de izquierda llevan adelante en algunas facultades. En el texto titulado “Sin violencia, en defensa de la universidad pública” –que se publica como solicitada (ver página 11)–, el cuerpo integrado por decanos, profesores, graduados y alumnos rechazó “el recurso de la violencia y los comportamientos sectarios”, y convocó a la comunidad educativa “a canalizar los legítimos reclamos por condiciones de infraestructura y funcionamiento a través de los órganos de cogobierno. Tanto en la Facultad de Filosofía y Letras como en la de Ciencias Sociales se han realizado tomas en los edificios con la interrupción del dictado de clases, de gestiones administrativas y del trabajo de los consejos directivos. En el caso de Sociales la usurpación de un aula y la destrucción de un baño para construir un bar no autorizado en el nuevo edificio”. Para el cogobierno de la UBA, “la justicia” de los reclamos por mejoras edilicias resulta “desvirtuada” por “la violencia de la protesta” y “la falacia de algunas acciones”. Concluye que “las condiciones de gestión compartida de problemas y reclamos están garantizadas en la UBA y el déficit de la infraestructura está en la agenda diaria, sin pausa, con logros documentados y planes vigentes y activos. Ningún acto de fuerza acelera las soluciones. Por el contrario, agrega problemas y deterioros que dañan y perturban a todos”.