“Recordar La Noche de los Lápices me remueve recuerdos muy fuertes”, confesó ayer la presidenta Cristina Fernández de Kirchner por medio de la red social Twitter. La mandataria expresó sus sentimientos en el 34º aniversario del secuestro de un grupo de militantes de la Unión de Estudiantes Secundarios (UES). Agregó la mandataria que llegó a conocer a Claudio de Acha, que tenía 17 años y fue visto en cautiverio en los centros clandestinos Arana y Pozo de Banfield, y que creyó “volver a encontrarlo” en 2004, en Israel, cuando leyó su nombre en un monumento que recuerda a los judíos desaparecidos durante la última dictadura en la Argentina.

Mientras miles de secundarios, universitarios y docentes marchaban para recordar La Noche de los Lápices, como la historia inmortalizó a la caída del grupo de militantes platenses, la Presidenta eligió comunicarse por medio de una red social, costumbre que incorporó hace menos de un mes.

“Conocí a Claudio de Acha. Era compañero de mi hermana del (colegio) Nacional La Plata desde primer año”, relató Fernández de Kirchner. Pibe flaco, tímido, buen lector, hijo de trabajadores y militantes de izquierda, De Acha fue uno de los miles de estudiantes que, tras el triunfo de Héctor Cámpora en las elecciones de 1973, participó de la toma del Colegio Nacional para reclamar su democratización. Se incorporó a la UES en 1974, luego de la muerte de Juan Domingo Perón, y un año después participó junto con miles de militantes de las manifestaciones de la Coordinadora de Estudiantes Secundarios de La Plata, para conseguir un boleto estudiantil más barato.

“A Claudio lo recuerdo sentado a la mesa de la cocina de la casa de mamá. Alto, flaco, desgarbado, entrañable”, recordó Fernández de Kirchner. Contó la Presidenta que en 2004, durante una visita oficial a Israel como primera dama, “sentí que me volvía a encontrar con él”. “Fue en el Bosque de la Memoria, cerca de Jerusalén”, al ver que “su nombre estaba grabado en un monumento que recuerda a cada uno de los judíos desaparecidos en la Argentina”, relató. “Allí conocí que Claudio, militante, peronista y joven, además era judío. Demasiado para la Argentina de aquellos tiempos”, twitteó, y finalizó con una expresión de deseos: “En nombre de Claudio y de todos los otros chicos: memoria, verdad y justicia”.