Mauricio Macri sigue de viaje. Esta vez no salió del país, sino que emprendió una gira de campaña por Rosario y Tucumán. “Claramente veo que habrá ballottage”, vaticinó sobre el 2011 y puso en duda que Néstor Kirchner se presente a competir en una segunda vuelta. Descartó también que su procesamiento en la causa por el espionaje sea un problema para su postulación a presidente y explicó que por ahora el PRO no tiene en sus planes asociarse a otro espacio político. Además, criticó a Hugo Moyano y, puesto a hacer proselitismo con la cuestión de la seguridad, dejó una frase digna de una antología: “Ninguna actividad en Argentina es tan efectiva como robar”.

El primer destino de Macri fue Rosario. El jefe de Gobierno porteño participó en esa ciudad del 6º Congreso de Economía Regional, en la sede de la Bolsa de Comercio local. Allí se encontró con Rodolfo Terragno, con quien se comprometió a acompañar la propuesta del ex senador radical de buscar “consensos mínimos” entre las diferentes fuerzas políticas.

“El ciclo kirchnerista está terminado. La sociedad está cansada de tanto grito y tanta pelea”, profetizó el líder PRO y sembró dudas sobre la participación de Kirchner en una eventual segunda vuelta con el argumento de que será derrotado por “cualquier candidato” que lo enfrente en esa instancia. En línea con el vaticinio sobre el fin del kirchnerismo, Macri afirmó que “cuando pierdan los Kirchner, el sindicalismo se va a renovar y Moyano no va a ser más el jefe de la CGT”. Al referente de los camioneros lo acusó de generar “extorsión en las calles” a fuerza de piquetes.

“Siempre ha tenido una vocación frentista”, respondió el jefe de Gobierno sobre el PRO, aunque explicó que por el momento no se asociarán a ningún otro espacio. “Intentaremos sumar gente que nunca haya participado en política”, añadió Macri, quien por la noche se reunió con productores agropecuarios e industriales en Tucumán.

Lo de que no hay en el país actividad “tan efectiva como robar” lo manifestó como parte de un reclamo a la Justicia para que “actúe y deje de mirar para otro lado”. “No puede ser que sólo seis de mil detenidos lleguen a tener una condena efectiva”, rezongó.

Macri minimizó el escándalo del espionaje por el cual está procesado, como así también la crítica de “ineficiente” que le lanzó Ricardo Alfonsín. Su modo de defenderse del cuestionamiento fue curioso: “Yo tengo gestión, pero cuando uno más hace, más deja en evidencia lo que falta”.