El jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, admitió ayer que, de ser presidente, no pagaría el 82 por ciento móvil a los jubilados, aunque cuestionó la decisión del Gobierno de vetar la ley. “Cuando sea presidente voy a tener otra autoridad para plantarme ante la gente cuando le diga que esto no se puede pagar, porque voy a cuidar cada centavo como si fuera el último que tenga para administrar”, explicó. Macri aseguró que, en caso de llegar a la Casa Rosada, su gestión se caracterizará por ser “muy austera”. Consultado sobre el posible peligro para las arcas estatales que provocaría el aumento jubilatorio, Macri esquivó la respuesta y opinó en cambio que “lo peligroso para el país es profundizar la agresión, la división, el autoritarismo y la prepotencia”. Agregó que como el Gobierno “despilfarra sistemáticamente los recursos de la gente, no tiene autoridad moral” para vetar esta ley. Utilizó una extraña metáfora: “Es como si un esposo le pide a su mujer que no compre lomo porque no hay plata y ella llega con un tapado de visón todos los días”. Además, consideró que en la votación en el Senado “sucedió lo que tenía que suceder” y que Julio Cobos “debe estar alegre por haber sido criticado por Aníbal Fernández y la Presidente”.