EL PAíS • SUBNOTA
› Por Horacio Verbitsky
La prolongada crisis de la CTA parece aproximarse a un desenlace, con la decisión anunciada por su secretario adjunto, Pablo Micheli, de abandonar la central para crear otra organización. Según Micheli, su desacuerdo con el secretario general Hugo Yasky ha llegado a tal punto que “con ese tipo no podemos ir ni hasta la esquina”. Apenas 48 horas antes habían ido hasta la Comisión de Legislación Laboral de la Cámara de Diputados, en la que ambos apoyaron el proyecto de participación de los trabajadores en las ganancias de las empresas. Tanto Yasky como Micheli afirman haber vencido en las elecciones del 23 de setiembre para encabezar la central. Micheli es la pata sindicalista de la Constituyente Social del ex secretario general de la CTA, Víctor De Gennaro. En el lanzamiento de su Lista 1, Micheli dijo que De Gennaro era su candidato presidencial para 2011, aunque De Gennaro apoya para esa postulación a Fernando Solanas. En cambio Yasky integra la mesa directiva del Encuentro por la Democracia y la Equidad, que preside Martín Sabbatella. De Gennaro y Micheli acusan a Yasky por su apoyo a distintas políticas del gobierno nacional, como la Asignación Universal por Hijo. La Junta Electoral, controlada por el sector de Micheli y De Gennaro, proclamó vencedora a la Lista 1, pero un Tribunal Arbitral escogido de común acuerdo e integrado por prestigiosos juristas de larga relación con la CTA dispuso realizar comicios complementarios en diez provincias y confirmó que en varios casos se había realizado fraude en contra de Yasky. Luego de la conferencia de prensa en la que Micheli anunció el alejamiento de la CTA, su adjunto en la lista 1, Ricardo Peidró, lo contradijo. “Son cosas de Pablo”, afirmó. Peidró fue uno de los representantes de Micheli, junto con Adolfo Aguirre, en las negociaciones por los comicios complementarios. El jueves por la noche, ambos rechazaron el cuarto intermedio propuesto por los representantes de Yasky, Estela Maldonado y Pedro Wasiejko, y dijeron que si Yasky insistía en que se votara nuevamente en Tucumán, Misiones y Mendoza, incorporando a los padrones como dispuso el Tribunal Arbitral a todos los afiliados que fueron impedidos de votar, iban a la fractura. Una de las situaciones más escandalosas se produjo en Tucumán, donde un integrante de la lista de Micheli era al mismo tiempo miembro de la Junta Electoral y se encontraron urnas gemelas. El hombre fuerte de ATE allí, Martín Rodríguez, presiona a Micheli, para impedir una nueva votación, con padrones limpios, que pondría en evidencia el fraude realizado en setiembre. Su apoderado, Enrique Romero, no es afiliado a la CTA y milita en el Peornismo Federal, alineado con el ex senador Eduardo Duhalde. Rodríguez tiene varias causas judiciales, una por tentativa de violación en Termas de Río Hondo, Santiago del Estero; otra por haber derivado un subsidio del gobierno provincial para construir un camping sindical a la construcción de un circuito de carreras de karting en Timbó, localidad serrana sobre el río San Javier, para diversión de sus hijos, que corren en esos autitos. Yasky, cuyo mandato fue prorrogado por el ministerio de Trabajo al sólo efecto de completar el proceso electoral, como ya había ocurrido con De Gennaro luego de una elección anterior, convocó a la Mesa Nacional para que fije fecha para las elecciones complementarias, el 7 o el 9 de diciembre. Si Micheli concretara la deserción, las elecciones se realizarían con la lista de Yasky y las que agrupan a las distintas fracciones de la paleoizquierda. El sector de De Gennaro se quedaría con una mitad porosa de la CTA. Buena parte de la presunta diferencia en su favor se produjo en Jujuy, debido a los votos que se atribuyen a la organización barrial autogestionaria Túpac Amaru. Pero debido a la división, Milagro Sala anunció que los tupaqueros se retiraban de la CTA. Otras dos provincias en las que la Junta Electoral asignó la victoria a Micheli por diez mil votos, son Catamarca y Santiago del Estero, donde la Central no tiene existencia real. El grueso de los gremios industriales quedaría en el sector de Yasky. Esta fuga del otro sector hacia el sindicalismo virtual cobró nuevo impulso el jueves, durante un plenario de ATE en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Allí la lista de Micheli propuso participar en la marcha del Polo Obrero sobre la Plaza de Mayo, para incriminar al gobierno en el asesinato de Mariano Ferreyra y proponer a la CTA un paro general el 2 de diciembre en reclamo por el 82 por ciento móvil para los jubilados. Esas mociones ni llegaron a votarse, porque la mayor parte de los asistentes se fue y dejó el plenario en minoría.
(En Tucumán, Ramiro Rearte).
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