El jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, se reunió ayer con la embajadora de los Estados Unidos, Vilma Martínez, en lo que fue el primer encuentro entre ambos luego del escándalo suscitado por los cables filtrados por la organización Wikileaks. Las sonrisas de ocasión intentaron apaciguar el cortocircuito producido hace algunas semanas entre Macri y la embajada norteamericana, luego de que la funcionaria asegurara en un informe interno que el mandatario comunal era “brusco” y tenía una “maniquea versión del mundo”. Al conocerse el comentario, el procesado jefe de Gobierno intentó minimizar los roces, asegurando que tal vez había tenido “un mal día” cuando ambos se reunieron por primera vez.