Desde Foz de Iguazú

La XL Cumbre de Presidentes del Mercosur implicó la despedida del carismático presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva de los escenarios internacionales. Lula participó por última vez como mandatario del Brasil y traspasó la presidencia pro témpore del cuerpo a Fernando Lugo de Paraguay. El presidente de Bolivia, Evo Morales, los saludó y lo proclamó como “el futuro secretario general de las Naciones Unidas” y José Mujica, jefe de Estado de Uruguay, le endilgó el poético título de “embajador plenipotenciario en el concierto del mundo”.

“Parto con la certeza de que el trabajo realizado en conjunto valió la pena”, afirmó en su discurso de despedida el presidente brasileño no sin antes dejar en claro que “mientras se criminaliza la inmigración, aquí abrimos espacios”, destacando la política migratoria adoptada por el bloque. Cuando le tocó pasar de manos la titularidad del bloque lo hizo de forma sencilla. Llamó a Lugo al estrado, agarró sus carpetas, la banderita de su país y el indicador que decía “Brasil”, besó la pelada del presidente paraguayo, rodeó la mesa y se sentó nuevamente en el lugar de los integrantes comunes del bloque acompañado por los aplausos. Cerró así su participación en el escenario internacional como presidente después de ocho años de gobernar Brasil.

Lugo alabó los seis meses en los que el brasileño condujo el Mercosur y reiteró a su vez la importancia de las negociaciones para un acuerdo comercial con la Unión Europea (UE) y dijo que a las rondas negociadoras previstas para el próximo semestre se les dará “una atención especial”. “Estoy seguro de que estamos en el camino de construir un Mercosur que sirva como medio efectivo para crear las condiciones de transformar las estructuras y mejorar las condiciones de vida de nuestros pueblos”, afirmó Lugo en su discurso protocolar de asunción.

Confeso admirador de las políticas de Lula, el presidente de Uruguay, José Mujica, enfatizó que Lula tenía “muchas cartas que jugar. Es nuestro embajador plenipontenciario en el concierto del mundo”, dijo el oriental con admiración. Mujica se extendió en los elogios, pero le lanzó una advertencia: “Gracias Lula por existir, por lo que hiciste y por lo que harás”, cerró con la mirada puesta firme sobre el homenajeado. “Por primera vez hemos tenido un país (Brasil) que ha decidido salir a tallar en el área mundial y ése es uno de los enormes méritos pero también uno de los desafíos que tenemos”, agregó dejando en claro el liderazgo de Brasil en la región.

Con firmeza en sus palabras, el presidente de Bolivia ungió a Lula para que sea el “próximo secretario general de la Naciones Unidas porque es un hombre que ha sabido unir a los pueblos e integrar a los gobiernos”. Unos minutos más tarde Lula descartaría la propuesta no sin antes agradecer el apoyo demostrado por Morales. Por su parte, el chileno Sebastián Piñera no brilló por su originalidad, aunque sus intenciones fueron buenas. Recordó las palabras del dramaturgo y escritor alemán Bertolt Brecht y las asoció a Lula. Es un “hombre imprescindible no sólo a nivel de América latina sino mundial”, aseguró Piñera y agregó que el presidente de Brasil era de los “hombres que luchan toda la vida, que son los imprescindibles”.