Desde Doha

La firma de acuerdos entre la presidenta Cristina Kirchner y el emir Hamad Bin Califa Al Thani fue noticia destacada en la edición de ayer de todos los diarios de Qatar, tanto los que se publican en árabe como en inglés. En las portadas iba por lo general junto a otra noticia llamativa: luego de nada menos que 18 años ocupando el cargo, el ministro de Energía e Industria, Abdullah Bin Hamad Al Attiyah, fue reemplazado justo el día que firmó un convenio con el ministro de Planificación, Julio De Vido, para la provisión de gas a la Argentina. El acuerdo, suscripto delante del emir y de la Presidenta, obviamente, no corre ningún riesgo.

A diferencia de Kuwait, en Qatar no hay una Asamblea Legislativa. Hay solo un gabinete que integran miembros de la misma familia real, por lo que el emir prácticamente no tiene límites a su poder. En el Gulf Times –un diario qatarí en inglés, impreso en papel satinado e íntegramente a color–, informaron que el monarca tomó la decisión de designar como nuevo ministro a Mohamed Bin Saleh Al Sada, quien ya ocupaba un cargo en el área y desde hace dos décadas maneja la petrolera estatal, Qatar Petroleum. Abdullah Al Attiyah, en tanto, dejó el ministerio pero además de conservar su cargo de viceprimer ministro fue nombrado director del palacio del emir –el inmaculadamente blanco y lujoso Emiri Diwan–, había que entender que es algo así como un secretario general de la Presidencia argentino.

En su últimas horas como ministro de Energía, entonces, Abdullah Al Attiyah firmó con De Vido el convenio para que Argentina importe en el futuro hasta 20 millones de metros cúbicos diarios de gas natural licuado (GNL) que se regasificarán en una planta a instalar en el golfo San Matías, en Río Negro. Por la noche, además, fue el representante del gobierno de Qatar en la cena en la que habló la Presidenta como cierre del seminario de negocios entre empresarios de ambos países.

En otra página del diario, el emir, el ministro entrante y el saliente aparecen en la ceremonia de festejo por el record alcanzado en capacidad de exportación de GNL. Son 77 millones de toneladas anuales, abasteciendo con su producto estrella a 23 países en todo el mundo, lista a la que ahora se agrega Argentina. También cuenta que si bien algunos países desarrollados paralizaron sus compras por la crisis, China e India están negociando para incrementarlas. Si quiere, el jeque ya puede ir haciendo planes para otro Mundial después de 2022.