Veinte años tardó el sueño en cobrar cuerpo de estadio. Proyectado en 1991, diseñado por el arquitecto Roberto Ferreira, hijo del recordado Nolo Ferreira, puntero de Estudiantes y de la Selección Argentina en el Mundial de 1930, el Ciudad de La Plata comenzó a construirse en 1998, trece años antes de esta reinauguración en la que finalmente se dispuso la cubierta original con la que había sido concebido el proyecto original. El proceso inicial de construcción duró cinco años, hasta 2003, en que la obra fue inaugurada sin la cubierta, y significó un costo de más de 55 millones de pesos. Cuando el gobernador Daniel Scioli creó en 2008 la Agencia Administradora Estadio Ciudad de La Plata, se fijó un presupuesto para la remodelación cercano a los 25 millones de pesos. Con capacidad para 36 mil espectadores sentados y estacionamiento para 5500 vehículos, con 66 palcos dotados de Internet wi-fi y una pantalla LED de 5 metros por 7, además de la cubierta que lo transforma en el único techado de Sudamérica, el estadio presenta otra peculiaridad: el piso del campo de juego es móvil. Son 5800 módulos de césped afirmados sobre soportes cuadrados de PVC de 1,16 metro de lado, cada uno con su sistema de drenaje. Se arman sobre la base de pavimento asfáltico y se retirarán cuando el estadio se use con otros propósitos, como por ejemplo los recitales que la banda irlandesa U2 dará allí en marzo. La Selección Argentina jugará en este estadio un partido de la futura Copa América, a partir del 1º de julio, y tanto Estudiantes como Gimnasia, los dos equipos de La Plata en la Primera División del fútbol argentino, serán locales en el estadio de las avenidas 25 y 32, y allí se disputará el clásico platense, el 4 de marzo. La próxima semana, Estudiantes recibirá allí al Deportes Tolima de Colombia en un partido de la Copa Libertadores.