“Se dio cuenta que no está en condiciones de competir con el apoyo popular que tiene la Presidenta”, lo cruzó el senador kirchnerista Daniel Filmus, que lo acusó de ir a la ciudad “por descarte”. “Así como separó las elecciones de la Ciudad con las nacionales, para que el efecto Cristina no se lo devorara, se asegura ser el candidato en la Ciudad y esperar cuatro años para ser candidato a Presidente”, sostuvo el legislador Aníbal Ibarra. “No puede gobernar bien un candidato que se presenta por descarte”, lo cuestionó el ex jefe de Gobierno Jorge Telerman. “Macri baja a la ciudad porque sabe que es la única posibilidad que le queda para retener el distrito”, estimó el socialista Roy Cortina. “Candidatos frustrados a presidente, con poco afecto por la construcción de comunidad, eligen la Ciudad como segunda alternativa personal”, le contó la costillas la senadora de la Coalición Cívica María Eugenia Estenssoro. Hubo otros opositores, como la legisladora sabbatellista Gabriela Cerruti, que simplemente se dedicaron a gastarlo a Macri. La diputada propuso una serie de frases para que Macri usara en su lanzamiento: “El sesenta por ciento de los argentinos que quiere un cambio me reclama que me dedique a podar árboles”.