- José Pedraza: secretario general de la Unión Ferroviaria desde 1996. Está detenido desde el 22 de febrero y fue procesado como instigador del asesinato de Mariano Ferreyra. Por el crimen será juzgado junto a otras nueve personas.

- Angel Stafforini: contador de la Unión Ferroviaria y vicepresidente de la empresa Belgrano Cargas, que en 1993 pasó a ser manejada por el gremio y que presidió Graciela Coria, esposa de Pedraza.

- Octavio Aráoz de Lamadrid: ingresó a la Sala III de la Cámara de Casación Penal en 1993, donde pasó de auxiliar hasta prosecretario, en la vocalía de Eduardo Riggi. En 2006 fue designado juez federal subrogante, en reemplazo del destituido Juan José Galeano. Cuando concursó para ese cargo sacó la peor nota: un uno. En 2009 de todos modos dejó el cargo por denuncias ante el Consejo de la Magistratura. Ahora ejerce como abogado y fue defensor de uno de los imputados de la causa del asesinato de Mariano Ferreyra hasta fines de noviembre. Luego habría seguido conectado en las sombras.

- Luis Ameghino Escobar: ingresó a Casación también en 1993, a la misma vocalía que Aráoz de Lamadrid. Llegó al rango de prosecretario administrativo de la Secretaría General del tribunal, y trabajaba en la oficina de sorteos, de donde fue desplazado recientemente.

- Juan José Riquelme: un agente de la Secretaría de Inteligencia (ex SIDE), desplazado por este escándalo, que según las escuchas en manos de la Justicia hacía changas aparte como lobbista, como en este caso, donde habría recibido pagos de la UF. En la Cámara de Casación es una cara conocida desde hace muchos años, cuando iba en nombre del ex obispo castrense Antonio Baseotto. En el ámbito sindical los que lo conocían decían que ayudaba con las “relaciones institucionales”. En la SI, según la información oficial, cumplía tareas administrativas. Estaba desde los tiempos de Hugo Anzorreguy; antes hay versiones que lo señalan como colaborador de Norberto Varela en el Servicio de Inteligencia Naval y siempre de buenos vínculos con la Iglesia Católica.