Barreiros: Como negador de lo ideológico, la ausencia del debate se supone que le convino a Macri, pero yo no sé si la gente cambia de opinión en un debate, excepto tipos que generen mucha atracción o rechazo. Hoy no creo mucho en la efectividad de los debates, supongo que allí se exhibe un carácter, un cierto saber, alguna seducción.

Petris: La ausencia de debate entre los dos candidatos es un déficit primero para la ciudad, que así posterga la asunción de sus deberes políticos en tanto ciudad autónoma con la no menor particularidad de ser sede del gobierno nacional y capital de la República, es decir una ciudad no sólo de los porteños. Electoralmente, la ausencia de debate benefició claramente a Macri no sólo porque es quien tenía mayor intención de votos, y por lo tanto más para perder, sino porque le permitió mantener la inespecificidad de su campaña y evitar la natural segmentación que genera toda explicitación concreta de proyectos. En el mismo sentido la ausencia de debate dejó trunca la campaña de Filmus al no permitirle desarrollar qué significaba trabajar junto con la Nación y por qué esto no era un recorte de la autonomía de la Ciudad. Sin el espacio más claramente político de la actual “política mediatizada”, que fue desplazando los actos tradicionales, las campañas se redujeron para gran parte del electorado a meras campañas publicitarias.