Oscar Aguad fue funcionario de las administraciones radicales de Córdoba tras el retorno a la democracia, pero ésta será la primera vez, a los 61 años, que disputará la gobernación de la provincia. Sus adversarios, fuera pero también dentro de la UCR, lo marcaron con un apodo: El Milico. Exhiben fotos que muestran a Aguad junto al represor Luciano Benjamín Menéndez en un acto del ex gobernador Ramón Mestre en 1997 y le adjudican una “excelente” relación con los militares y ex policías que comandaron el terrorismo de Estado en la provincia. Tampoco se olvidan de recordarle su papel de “duro y cuestionable” administrador durante los ajustes económicos de la administración Mestre, y cuando acompañó a éste como interventor de Corrientes en 2001, designado por Fernando de la Rúa.

Como buen rugbier, Aguad sabe aguantar las embestidas, pero prefiere no hablar ni dar detalles sobre las acusaciones. Dentro del radicalismo no le ha ido tan mal. Es diputado nacional por la UCR desde 2005, presidió el bloque partidario entre 2007 y 2009 y ahora fue designado por su partido para ocupar la vicepresidencia primera de la Cámara de Diputados de la Nación y un sillón en el Consejo de la Magistratura, al que le ayudo a acceder su condición de abogado.

Tras las elecciones de 2009, donde la lista que encabezaba superó al juecismo y el desalotismo en Córdoba, comenzó a alimentar sus aspiraciones de gobernador. Desde el Congreso tejió relaciones y poder con la cabeza puesta en La Docta.

Como los otros dos principales candidatos de la elección de hoy, Aguad se sumó a la rebelión ruralista contra la 125 y fue uno de los promotores y sostenedores del ya disuelto Grupo A en el Parlamento. Allí entabló una excelente relación con los macristas Federico Pinedo y Gabriela Michetti, que lo apoyaron en su campaña cordobesa.

Cuando comenzaban a definirse las precandidaturas del radicalismo, Aguad no dudó en alinearse con el vicepresidente Julio Cobos. Ya sin el mendocino en competencia, fue uno de los radicales que no se incomodaron con el giro conservador de Ricardo Alfonsín a la hora de definir alianzas. Por ahora, la relación con el candidato presidencial de la UCR sólo es una alianza de necesidades mutuas.