El vicepresidente del Comité Nacional de la UCR y ex gobernador del Chaco, Angel Rozas, es uno de los tres dirigentes más importantes e influyentes del alfonsinismo. Comandó la estructura del partido durante casi toda la campaña e integró el círculo íntimo de toma de decisiones del candidato presidencial Ricardo Alfonsín, que anoche peleaba cabeza a cabeza el segundo puesto con el peronista disidente Eduardo Duhalde en las primarias abiertas, los dos muy lejos de la presidenta Cristina Fernández. En diálogo con Página/12, Rozas desdramatizó el resultado de la elección, descartó de plano un acuerdo con Duhalde de cara a octubre, consideró que “la campaña electoral se larga mañana” y ratificó la alianza con el líder de Unión Celeste y Blanco, Francisco de Narváez.

–Los resultados han sido bastante previsibles. Creí que Cristina iba a sacar un par de votos menos, pero siempre supimos que iba a ser la más votada. También creí que nosotros íbamos a sacar una diferencia mayor sobre Duhalde, aunque igual salimos muy bien posicionados. Lo que hay que pensar es que ésta es una elección interna y que la campaña electoral propiamente dicha se larga mañana, hacia adelante. Hay que ver qué somos capaces de hacer en estos 70 días los que tenemos expectativas de ganarle a la Presidenta.

–Ahora sabemos que tenemos 70 días intensos para ratificar algunas propuestas, orientarlas bien hacia los destinatarios, recorrer el país y ver si somos capaces de convencer a la gente de que un cambio es posible en Argentina, sin entrar en descalificaciones, que nunca lo hemos hecho.

–Nos parece que fue un acierto. Repito que fue un resultado previsible y que no nos asombró que la Presidenta fuera la más votada. A lo mejor se ratifica que nosotros estamos segundos o al contrario está segundo Duhalde, pero de todas maneras, de lo que habíamos imaginado no cambiaron mucho las cosas. Si creo que hay que hacer muchas cosas nuevas a partir de mañana porque empieza un combate totalmente diferente, con mucha fortaleza y con muchas convicciones para convencer a los argentinos que un cambio, en positivo, es bueno para el país.

No creo que esto pase por un arreglo de dirigentes. Hay que ver si alguno de los candidatos con más chances de competir más cercanamente a Cristina es capaz de convencer al electorado, sin pasar por un acuerdo dirigente. No es conveniente y no es bueno. La gente, a esta altura de las circunstancias, no se deja arriar. Ha demostrado independencia y está bien que así sea.