EL PAíS • SUBNOTA › EN LA CáMARA DE SENADORES
› Por Sebastian Abrevaya
Con una distribución de poder equilibrada, el Senado fue en los últimos dos años un escenario de grandes batallas entre el kirchnerismo y la oposición. Mejor cohesionado y articulado políticamente, el Frente para la Victoria logró superar la falta de quórum propio y salió airoso de la avanzada del extinto Grupo A gracias a la construcción de mayorías circunstanciales con un grupo de aliados relativamente estable. Según las tendencias que aportaron las primarias abiertas simultáneas y obligatorias, la renovación de 24 bancas en octubre no provocará variaciones en el esquema político actual, pero podría consolidar la relación entre el kirchnerismo y sus socios parlamentarios. Sin embargo, la Cámara alta será muy diferente: Amado Boudou presidiría las sesiones en lugar de Julio Cobos y el actual jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, entraría en la presidencia provisional; Miguel Pichetto seguiría al frente del bloque. El ex presidente Carlos Menem renovará su banca. En la oposición se esperan pocos cambios, aunque el control del radicalismo podría cambiar de manos.
El cronograma electoral escalonado, las primarias abiertas y la campaña presidencial hicieron bajar la actividad parlamentaria casi al mínimo. Con los senadores enfocados en sus distritos, y ante la ausencia de una fuerza con los 37 legisladores propios para imponer su voluntad, la agenda se limitó a temas no conflictivos, igual que en los últimos tramos de 2010.
El próximo 23 de octubre, ocho provincias elegirán senadores nacionales, dos por la mayoría y uno por la minoría. Se trata de Buenos Aires, Formosa, Misiones, Jujuy, La Rioja, Santa Cruz, San Juan y San Luis. Aunque en los dos meses que faltan puede ocurrir algún imprevisto, todo indica que de reproducirse una elección similar de las PASO, el Frente para la Victoria mantendrá las 15 bancas que pone en juego y podría sumar la de la formoseña Adriana Bortolozzi, que había abandonado escandalosamente la bancada oficialista.
Dos senadores de peso en el armado kirchnerista dejarán sus bancas en diciembre: el ex ministro y presidente provisional de la Cámara alta, el bonaerense José Pampuro, y el santacruceño Nicolás Fernández. Fuentes del FpV aseguran que al primero le tienen cierta desconfianza en despachos importantes de Casa Rosada, mientras que al segundo le recriminan algunos desmanejos como el conflicto en La Pampa, donde el peronista Carlos Verna le hizo un desplante a la Presidenta al renunciar a la candidatura a gobernador por diferencias con el armado de listas. Las mismas fuentes les auguran, a la vez, un lugar en el Ejecutivo nacional.
La versión más fuerte es que el lugar de Pampuro lo ocupe Aníbal Fernández, que tiene un fluido vínculo con Pichetto, ya que los titulares de los bloques parlamentarios se reunían regularmente con el jefe de ministros. El economista Eric Calcagno –que llegó a su banca como suplente de CFK– sería reemplazado por la diputada María Laura Leguizamón.
El ex presidente Carlos Menem, que en el Senado ha funcionado como eventual aliado kirchnerista, ya sea por acción u omisión, también renovaría su banca por el Frente Popular Riojano, que no va pegado a la boleta de Cristina Fernández. Sin embargo, el gobernador kirchnerista Luis Beder Herrera aseguró que a partir de octubre La Rioja tendrá “tres senadores y tres diputados que van a acompañar al gobierno nacional”.
El radicalismo quedará como segundo bloque con sus 17 senadores, de los cuales debe revalidar sólo tres. Los más optimistas se entusiasman con la posibilidad de incorporar a la misionera María Losada –hija del histórico Mario Losada–, quien quedó muy cerca de la segunda fuerza en su distrito. De todas formas, la novedad podría venir por la definición de un nuevo presidente del bloque para el período 2011-2013. El actual jefe, el jujeño Gerardo Morales, ya había sufrido un intento por desbancarlo el año pasado, que fue frenado por el apoyo de Ernesto Sanz. Con la caída en desgracia del alfonsinismo, el pampeano Juan Carlos Marino vuelve a colocarse entre los radicales con chances para reemplazarlo.
El peronismo disidente tiene buenas perspectivas para renovar sus 5 bancas, entre ellas las de Hilda “Chiche” González, Adolfo Rodríguez Saá y Liliana Negre de Alonso. Debido al corte de boleta, la esposa de Eduardo Duhalde quedó segunda en las PASO, por encima de José “Pepe” Scioli, el candidato de Francisco de Narváez.
Ninguno de los aliados kirchneristas pondrá en juego su lugar. El porteño Samuel Cabanchik ingresó en 2009 con la Coalición Cívica y este año apoyó explícitamente a Daniel Filmus en la Ciudad de Buenos Aires. Junto a María José Bongiorno, Roxana Latorre y los dos fueguinos completan el grupo de aliados. El oficialismo seguirá muy lejos de los 43 senadores con los que supo contar en 2007 pero, si en octubre se repite el resultado de las elecciones primarias, deberá transpirar un poco menos en cada sesión. En caso de empate, al menos no estará más a merced del vicepresidente Julio Cobos.
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