Pasada la primera reacción de sorpresa, en Gualeguaychú hicieron una lectura política de los dichos de Tabaré Vázquez. “Está buscando hacer campaña con lo que le dio resultados cuando era presidente, la xenofobia contra los argentinos”, consideró Gustavo Rivollier, con una opinión en la que otros vecinos coincidieron. Los asambleístas recordaron los días en que el ex mandatario uruguayo movilizó el ejército para prevenir sus supuestos ataques, e inclusive cerró la frontera con Argentina.

“Mi impresión es que Tabaré Vázquez trató de repetir su fórmula, la de un falso patriotismo, para aglutinar, porque el Frente Amplio uruguayo está con problemas. En otra época le dio resultado hablar del Uruguay como el país chico amenazado por la Argentina, pero él no se da cuenta de que el tiempo pasó y que las cosas que nosotros advertíamos sobre la papelera hoy son realidad, por ejemplo que generó muy pocos puestos de trabajo”, apuntó José “Pepo” Pouler, otro de los fundadores de la asamblea ambiental.

Otros vecinos se mostraron azorados por el hecho de que el ex presidente haya dado aliento a las versiones sobre la belicosidad de los vecinos que se oponían a la pastera con un corte, versiones que llegaron al ridículo de postular que los entrerrianos iban a atentar contra la pastera y tenían a una abuela-bomba dispuesta a hacerla saltar por los aires.

En los días en que Vázquez era presidente, Daniel Yrigoyen era el intendente de Gualeguaychú. Ese rol, sumado a su condición de kirchnerista, le permitió seguir de cerca los intentos de negociación entre los gobiernos de la Argentina y el Uruguay, de los que no le quedaron buenos recuerdos. “Nosotros nunca sentimos que el conflicto fuera con los uruguayos, sino con una empresa. Pensar que podía haber un enfrentamiento armado entre dos pueblos que han sido hermanos era una hipótesis que no se le cruzaba a nadie por la cabeza. Siempre planteamos que el problema surgió porque vino alguien ajeno a hacer un negocio a costa de dos pueblos hermanos. Lo decíamos con argumento: hubo un vicepresidente del Banco Mundial que admitió que sería bueno llevar a las empresas sucias al Hemisferio Sur, donde la gente era pobre, la mano de obra era barata y la gente se moría de otras cosas, así que qué le hacía una más. La llegada de Botnia era aprovecharse de la situación del pueblo uruguayo, que venía de vivir una crisis terrible.”

“Sin embargo, Vázquez siempre se negó a una negociación. A mí me consta que en su momento el ex presidente (Néstor) Kirchner le planteó al gobierno uruguayo colaborar con la relocalización de Botnia, que se calculaba costaría unos 30 millones; se hizo todo lo posible, pero el que se negó fue siempre el gobierno uruguayo. Antes había habido un acuerdo entre los dos presidentes, cuando Kirchner y Tabaré Vázquez se juntaron en Chile, para hacer una tregua de 90 días. La asamblea levantó el corte de ruta y la empresa debía suspender por ese lapso la construcción de la planta para que se realizara un estudio de impacto ambiental. Cuando Vázquez volvió a Uruguay, Botnia le dijo que no y él se desdijo del acuerdo con Kirchner. Siempre fue muy inflexible, yo diría incluso que planteaba el conflicto.”

La asamblea de Gualeguaychú, que se reúne los miércoles, ayer no tenía en agenda juntarse porque los candidatos a intendentes de la ciudad iban a participar en un panel sobre sus propuestas para UPM-Botnia. En la ciudad hay malestar acumulado porque, además de que la pastera sigue en funcionamiento, los gobiernos no han cumplido con difundir todos los datos del monitoreo conjunto, un compromiso firmado por los actuales presidentes Cristina Kirchner y José Mujica.

“Al laboratorio ambiental no lo armaron, compraron los equipos en el 2008 y siguen tirados en dependencias municipales. Son cosas que nos dan la certeza de que los dos gobiernos llegaron a un acuerdo para permitir el funcionamiento de Botnia sin que les importen las consecuencias. La gobernación mandó los fondos para comprar un medidor de ácido sulfídrico en el aire y tampoco se instaló todavía. Hay una sensación de indefensión, porque además hay 50 vecinos judicializados por el corte de ruta”, advirtió Pouler.

En el mismo sentido, el asambleísta Juan Veronessi calificó de “increíble” que Tabaré Vázquez haya evaluado ir a una guerra con la Argentina y cuestionó a la presidenta Cristina Kirchner al considerar que está siendo “absolutamente complaciente” con su par uruguayo José “Pepe” Mujica. Veronessi lamentó que “en parte hayan logrado que Gualeguaychú se callara la boca” en su reclamo por la relocalización de la papelera, que está próxima a cumplir cuatro años en funcionamiento.