EL PAíS
• SUBNOTA › EL EX PRESIDENTE, BLANCO PREFERIDO DE LA PAREJA PRESIDENCIAL
Los Duhalde contra la vieja pesadilla
El Gobierno decidió tomar como único blanco del discurso electoral a Carlos Menem y su década de gestión. El presidente Eduardo Duhalde parece haber tomado conciencia de que su candidato, Néstor Kirchner, todavía necesita de un empujoncito para encaramarse en las encuestas porque desde el viernes salió a hacer campaña por las suyas, siempre atacando a Menem. “El pasado fue una verdadera pesadilla, un vía crucis, por eso yo les pido no dar un sólo paso hacia atrás, tenemos que avanzar con pasos victoriosos”, reclamó el Presidente. Detrás suyo, su esposa Chiche, su secretario José Pampuro y el propio Kirchner también le apuntaron al ex presidente quien, tal vez movilizado por tanta unanimidad en su contra, ayer reconoció que en su gobierno se habían cometido errores.
Duhalde fue explícito. “Antes, cuando uno iba a comprar algo todo era importado y cuando comprábamos algunos de esos productos le estábamos sacando un minuto de trabajo a un argentino”, dijo, para concluir: “La pesadilla ha pasado y hoy tenemos un modelo de producción que hay que continuar”. Es evidente que el Presidente decidió convertirse en una pieza gravitante de la campaña electoral, comenzando a mostrarse en recorridas por el conurbano. El viernes inauguró una plaza en la localidad de Malvinas Argentinas y ayer participó del acto de entrega de viviendas en Villa Madero junto al gobernador Felipe Solá y el intendente de La Matanza, Alberto Balestrini.
Al comenzar el último mes de campaña, el oficialismo a pleno está dejando en claro que el objetivo es derrotar a Menem, a quien las encuestas lo muestran con buenas posibilidades de llegar a la segunda vuelta. “Acá hay que promover y proyectar gente nueva, nuevos dirigentes que puedan continuar con este modelo de producción”, sostuvo Duhalde, como para que todos se olviden de Menem. Uno de los dirigentes que Duhalde quiere proyectar es a Solá, quien también se subió ayer al discurso antimenemista. “Menem tiene demasiadas heridas o problemas detrás que le impiden ver un futuro mejor”, dijo el gobernador bonaerense.
Dentro del entorno presidencial, Chiche Duhalde es una de las más intransigentes opositoras a todo lo que huela a menemismo. El ex presidente la mencionó en un acto el viernes, al decir que la propia Chiche había reconocido que el Gobierno era incapaz de generar empleo. Ayer, en un acto partidario en Vicente López, la Primera Dama le respondió así: “Hay mucha gente que puede creer que Menem va a ganar, pero no lo va a votar. A mí no me parece que el país decida ir para atrás y, sinceramente, tampoco lo quiero. Vivimos una década con un modelo económico que destruyó la Argentina y produjo una profunda decadencia moral e institucional que aún estamos pagando”.
El secretario general de la Presidencia, José Pampuro, lo atacó por otro flanco. En un reportaje a la agencia DyN, opinó que ante la gente a Menem lo perjudicaba su cercanía con los Estados Unidos y los intereses de ese país en estos momentos en los que el conflicto bélico con Irak provoca altos niveles de rechazo entre los argentinos.
El gobernador de Santa Cruz y candidato presidencial del Frente para la Victoria, Néstor Kirchner, tuvo en claro desde el vamos que la pelea de fondo era con el ex presidente, por eso sus discursos giraron siempre en torno a la década menemista. Ayer, Kirchner realizó un acto en su pago chico, Río Gallegos, junto a su mujer la senadora Cristina Fernández de Kirchner. “¿Cómo puede ser que quiera volver a ser presidente alguien que tiene un secretario con seis millones de dólares en el exterior, que es la plata de todos los argentinos?”, se preguntó el gobernador, en referencia a Menem y a la supuesta cuenta en Suiza de su secretario privado Ramón Hernández. Y sostuvo que en las elecciones del mes que viene “el pueblo le va a dar la respuesta que se merece”.
Cuando habla de Menem, Kirchner lo menciona como “el viejo fantasma”. “Ayer escuché al viejo fantasma prometer otra vez la revolución productiva, qué cobarde que es, sigue mintiendo”, lanzó. Y volvió con lomismo cuando habló del ataque a Irak: “Qué cobarde que es el viejo fantasma, hoy habla de paz cuando en 1991 nos mandó a la guerra”.
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