El intendente de Santa Fe, Mario Barletta, dio un paso más en su camino a la presidencia del Comité Nacional. Al respaldo de los alfonsinistas y de un sector importante de la Liga de Intendentes, sumó ayer a una agrupación de militantes de la Juventud Radical, que le expresaron su apoyo para reemplazar a Ernesto Sanz cuando termine su mandato el próximo 16 de diciembre. Esta semana será clave para Barletta, porque sería proclamado delegado al Comité Nacional en representación de su provincia.

Tal como publicó Página/12, la semana pasada comenzó a destrabarse el obstáculo que le impedía a Barletta tomar la posta al frente de la UCR. El impedimento era más formal que político, ya que no integraba el plenario de delegados del Comité, conformado por cuatro representantes por cada provincia y seis por la JR, la Franja Morada y la Organización de Trabajadores Radicales (OTR). Como los plazos no daban para convocar a una nueva elección de delegados en Santa Fe, tres de sus cuatro representantes renunciaron, dejándoles paso a los dos suplentes y liberando una última vacante para Barletta. Jorge Henn, vicegobernador electo de Santa Fe y opositor interno de Barletta, fue el único delegado que no renunció. Mañana se reunirá el radicalismo santafesino para cubrir las vacantes.

El mandatario dejará su lugar a manos de su correligionario José Corral, por lo que quedaría a liberado de la responsabilidad de gestión. El grupo de intendentes encabezado por el cordobés Ramón Mestre vio con simpatía que un hombre con vocación de poder, responsable de una gestión exitosa, asuma la conducción, en vez de un hombre del riñón alfonsinista. Sanz lo respaldó públicamente esta semana.

En diálogo con este diario, Barletta aclaró esta semana que no asumiría si no es con el consenso de todos los sectores, por lo que mantuvo reuniones tanto con la Liga de Intendentes, con Sanz, con el vicepresidente Julio Cobos y con el propio Ricardo Alfonsín. “Yo no creo que haya que tirar a nadie por la ventana”, afirmó, al tiempo que se mostró preocupado por que el radicalismo recupere “el vínculo con la sociedad”.