Estela de Carlotto

La presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, destacó sobre la muerte del represor Antonio Bussi que “se llevó sus secretos a la tumba. Para lo único que abrió la boca Bussi fue para decir barbaridades”. “Ha muerto un señor que nunca confesó, que nunca se arrepintió, y que, además, juró que lo volvería a hacer. Nadie desea la muerte de nadie, pero aunque sea tardíamente empezó a pagar sus culpas”, señaló. “Ni siquiera nos ayudó a encontrar a los nietos, así que nos toca seguir horadando la piedra”, lamentó Carlotto.

Gastón Chillier

El director ejecutivo del CELS, Gastón Chillier, dijo que Bussi fue “una figura paradigmática del terrorismo de Estado, que no murió impune, porque su sentencia de condena fue confirmada por la Corte Suprema de Justicia de la Nación”, en referencia a la pena de reclusión perpetua que recibió por el homicidio del ex senador justicialista Guillermo Vargas Aignasse. “Lamentablemente, de los 235 represores condenados, sólo un 10 por ciento han recibido, hasta la fecha, una pena acorde a los crímenes de lesa humanidad que han cometido.”

Carlos Pisoni

Desde la Agrupación H.I.J.O.S., Carlos Pisoni aseguró “tener sensaciones encontradas”. “Por un lado, que todos los represores afronten los juicios que se llevan adelante y que tengan largas vidas para cumplir con sus condenas. Por otro lado, nos queda el sabor amargo de que Bussi no ha estado en cárceles comunes cumpliendo con su condena, sino en un country”. Para Pisoni, el dictador “se lleva a su infierno muchos secretos y esperamos que sus camaradas nos revelen esos secretos”, dijo.

Marta Vázquez

La presidenta de Madres de Plaza de Mayo –Línea Fundadora–, Marta Vázquez, sostuvo que “no le produjo ningún tipo de pena ni dolor” la muerte del dictador tucumano Antonio Domingo Bussi. “Sólo puedo decir que Dios lo tenga en la Gloria y listo”, opinó la titular de las Madres. Asimismo, Vázquez evalúo que “a partir de todas las muertes que tiene en su haber, a partir de la cantidad de jóvenes y personas mayores que ha hecho ejecutar, una realmente no se compadece de su muerte”.