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Buscando alianzas
› Por Felipe Yapur
Elisa Carrió reconoció que hubo un intento –fallido por ahora– de reunificar las candidaturas presidenciales con sus ex socios del socialismo. Si bien señaló que la convocatoria se hizo en el marco de la necesidad de reagrupar el espacio progresista, aclaró que “el 1 por ciento (de intención de votos del PS) no nos pone ni nos saca del ballottage, pero queremos tener una apertura necesaria para no fragmentar el voto progresista”, dijo.
Durante la semana pasada, Carrió accedió al reiterado pedido del dirigente del ARI porteño, Daniel Bravo, de hablar con su padre y candidato a presidente por PS, Alfredo Bravo. La chaqueña lo llamó a su casa pero allí le dijeron que no estaba. Carrió no volvió a insistir.
Ayer, tras un encuentro con los integrantes del Grupo Fénix (ver nota aparte) Carrió reconoció los intentos de acercamiento. Al respecto dijo que con ese gesto, “queríamos dar una muestra de generosidad, la prueba es que vamos a seguir apoyando a (Hermes) Binner en Santa Fe como candidato a gobernador, porque estamos dispuestos a renunciar a algunas cosas y a ceder, aunque no pretendemos que eso sea recíproco”.
La candidata presidencial reiteró además sus dudas sobre las transparencias de los próximos comicios. Consultada sobre un posible triunfo de Carlos Menem, la diputada fue contundente: “Es una decisión de conciencia si se quiere votar a un ladrón o no”.
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