El canciller británico William Hague exhortó ayer al gobierno argentino a “detener los intentos de intimidación” a los habitantes de Malvinas, en una nueva escalada del Foreign Office para frenar el reclamo internacional a favor del diálogo sobre la soberanía de las islas. En tanto, el ministro del Interior, Florencio Randazzo, aseguró que la Argentina “cada vez suma más adhesiones” al reclamo de soberanía. Desde el Gobierno “celebramos con satisfacción los respaldos recibidos de parte de Estados Unidos y otros países del mundo”, informó.

“Si (el gobierno argentino) quiere realmente que se progrese, debe detener sus intentos de intimidación de la población civil” y “trabajar juntos por el interés común en el Atlántico Sur”, afirmó en un artículo de opinión que publicó ayer el diario The Times. Hague consideró que los malvinenses tienen “derecho a determinar su propio futuro y desarrollar su propia comunidad y economía”, aunque reivindicó “el derecho inalienable de unos habitantes de las islas a seguir siendo británicos, en nombre de la autodeterminación”. El diplomático lamentó lo que llamó “la óptica menos constructiva de los argentinos” en los últimos tiempos y citó las recientes medidas del gobierno para “restringir la navegación de los barcos pesqueros de las Malvinas” en el Estrecho de Magallanes o sus posibilidades de hacer escala en puertos latinoamericanos. “No siento que haya ningún apetito en la región para unirse a la Argentina en sus intentos de poner en peligro la economía de las islas o para atacar los medios de vida de los isleños y me congratulo por ello”, escribió.

Randazzo, en Mar del Plata, declaró que “más allá del importante apoyo de Estados Unidos y otros países, es de destacar el acompañamiento de nuestros hermanos latinoamericanos”. El ministro volvió a calificar como “una nueva mentira del gobierno británico” los dichos del primer ministro británico, David Cameron, sobre la postura “colonialista” de la Argentina, e insistió en resaltar la postura de Estados Unidos a favor de propiciar un acuerdo pacífico entre la Argentina y Gran Bretaña. “Argentina no está intimidando a nadie, sólo reclama por un derecho irrenunciable que es la soberanía de las Malvinas y por eso seguiremos insistiendo por vías pacíficas y en este camino, con mucha satisfacción por el apoyo que cosecha la causa en el mundo”, admitió.