El caso de Marita Verón fue “decisivo” para “inaugurar un proceso institucional innovador en la lucha contra la trata de personas con fines de explotación sexual, laboral o de cualquier otro tipo”, destacó el ministro de Justicia y Derechos Humanos, Julio Alak. El funcionario expresó, además, su esperanza de que “la verdad sobre lo ocurrido con Marita salga finalmente a la luz y los culpables reciban la condena que el derecho impone a un delito aberrante como la trata de personas”.

Ayer, mantuvo una conversación telefónica con la madre de la joven secuestrada por una red de trata en 2003. Susana Trimarco “convirtió el combate a la trata de personas en política central del Estado argentino”, dijo.

“El ejemplo de amor y fortaleza de Susana Trimarco ha sido inspirador para quienes tenemos responsabilidades públicas en este campo”. En ese sentido, sostuvo que “el gobierno nacional, y muy especialmente la señora Presidenta, deposita en el juicio iniciado hoy la esperanza de que la verdad y la justicia, dos valores centrales de este tiempo en la Argentina, se impongan en este caso.”

Hoy, afirmó el ministro, el Estado “está librando la batalla cultural” que implica la lucha contra la trata. Es un proceso que tuvo “como hitos fundamentales la sanción, por impulso de Cristina, de la ley 23.364, que tipificó a la trata como delito federal y la creación de la Oficina de Rescate y Acompañamiento de Personas Damnificadas por el Delito de Trata, a través de la cual ya han sido liberadas casi 3000 personas sometidas a condiciones de explotación”.