Laura Ginsberg, integrante de Memoria Activa, insistió ayer en denunciar las numerosas irregularidades de la causa AMIA. Mencionó la desaparición sincronizada en la SIDE y en la Policía Federal de 66 casetes de escuchas del teléfono de Telleldín, la destrucción de evidencia y las maniobras que denunció el secretario del juez Galeano, Claudio Lifchitz. Ginsberg focalizó también en el video en el que se aprecia al magistrado negociando con Telleldín: “Jamás pensamos que un juez pueda negociar un testimonio y dinero con uno de los principales acusados. Es la máxima evidencia de lo que puede ser una irregularidad. Eso fue un intento político, desde el poder, de cerrar la investigación”.