El barrio de Monte Castro salió a defender a sus maestros. Con un abrazo simbólico a la escuela 3 organizado por el gremio UTE-Ctera, unos trescientos docentes y padres repudiaron el traslado de seis maestros de esa comunidad educativa a otros distritos dispuesto por las autoridades del gobierno porteño como sanción por haber realizado una dramatización sobre el cierre de cursos que impulsó el macrismo. “Todos hicimos lo mismo, nos tendrían que haber castigado a todos”, dijo Valeria, una docente consultada por Página/12, al referirse a las actividades que desplegaron los maestros porteños entre marzo y abril contra esa iniciativa oficial.

El tibio sol invernal acompañó a los que se acercaron hasta Alvarez Jonte al 4600, chicos, padres, maestros, comerciantes y comuneros, junto a la comisión directiva de UTE, dirigentes de Ademys, los legisladores Aníbal Ibarra (Frente Progresista y Popular), Tito Nenna (FpV) y Alejandro Bodart (MST) y organizaciones barriales como la Junta de Asuntos Históricos de Monte Castro.

Una de las compañeras de los trasladados dijo que sienten angustia porque “los directivos y maestros que fueron separados de sus alumnos son excelentes profesionales”, e interpeló al jefe de Gobierno porteño conmovida hasta las lágrimas: “Macri, ellos pertenecen a esta comunidad educativa”. La docente imploró que sus compañeros “vuelvan a esta escuela porque sólo actuamos lo que estaba pasando con el cierre de grados en este distrito y en esta ciudad”. A pesar de su fervor, tanto ella como una mamá que habló pidieron no ser identificadas a partir de una decisión que tomaron en forma grupal para protegerse de “cualquier represalia”. “La sanción de Macri es tan absurda que no podemos quedarnos mirando para otro lado, culpó a los maestros por una dramatización que quiso reflejar lo que está pasando con la escuela pública”, dijo la madre de uno de los alumnos. Otro maestro calificó como “cruel” la sanción porque además de separarlos de su comunidad, “los mandó a escuelas que como mínimo están a una hora de viaje de aquí”. Los maestros fueron derivados a los distritos 2, 3, 4, 9, 10 y 14 donde no podrán, según la disposición del Ministerio de Educación porteño, ejercer funciones ante alumnos. Los docentes coincidieron en que la medida “es grave porque establece una sanción antes de que se conforme el sumario administrativo”.

Luego de entonar el Himno Nacional y de participar del abrazo simbólico al edificio escolar, el legislador Bodart opinó que “Mauricio Macri y Esteban Bullrich pretenden convertir las escuelas en cuarteles”. Y Valeria se despidió enfatizando que “esto se supo por la difusión de un video, y lo quieren tomar de ejemplo para que dejemos de protestar, pero es precisamente lo que no vamos a dejar de hacer”.