El detenido banquero Carlos Rohm, vicepresidente del Banco General de Negocios (BGN), tuvo que declarar nuevamente ayer como imputado ante la Justicia por fuga de capitales y violación del corralito bancario. Poco antes, la diputada Elisa Carrió, de Acción por una República de Iguales (ARI), amplió su declaración testimonial en esa causa, que se abrió a partir de su denuncia por maniobras de lavado de dinero. En principio, la causa se centraba en el caso del banco BCCI, la entidad del magnate saudita Gaith Pharaon sospechada de haber lavado dinero en el país a través del hotel Hyatt. Finalmente, la jueza María Servini de Cubría le dio impulso a la investigación tomando el caso del BGN y detectó operaciones irregulares contra el corralito, sacando plata hacia Uruguay a través de esa entidad. Rohm, junto a su hermano José “Puchi”, prófugo en los Estados Unidos, está imputado de “asociación ilícita, subversión económica y contrabando de divisas”. Se sospecha que se hicieron maniobras con redescuentos por unos 35 millones de pesos entregados por el Banco Central al BGN. Para hoy está citado el ex presidente del Banco Central, Roque Maccarone.