–Usted plantea que el Ministerio de Trabajo va a impulsar las paritarias. Pero eso choca con la sospecha sobre la poca representatividad de los dirigentes de los principales sindicatos. ¿Este gremialismo actual está en condiciones de sentarse a discutir con la representación patronal con garantías para los trabajadores?
–Me parece que sí. Es difícil plantear que organizaciones sindicales importantes, con miles de trabajadores afiliados que participan de las elecciones, no están en capacidad de sentarse en una mesa paritaria. Y atención, que sentarse en una paritaria significa también estar en una adecuada relación de fuerzas como para una negociación equilibrada. Esa relación de fuerzas se alcanza con representación y también con acumulación de efectivos. En ese sentido, para algunas paritarias es necesario tener no solamente organizaciones sindicales, sino también que sean organizaciones grandes, cuanto más poderosas mejor. Para negociar adecuadamente hay que tener capacidad de generar conflicto.