El jueves, Cristina mostró una foto de lo que llamó el reencuentro entre las nuevas generaciones de oficiales de la Armada y de jóvenes peronistas. “Esta foto no hubiera sido posible ni el ’73 ni en el ’83 y demuestra que estamos en otra Argentina”, dijo. Atribuyó la novedad a “las políticas que hemos llevado adelante estos años” para tener “el país que les debemos a los que ya no están, a nuestros hijos, y a los que vendrán, porque hubo demasiada separación, demasiado dolor, demasiada tragedia y lo que necesitamos es la gran unidad del pueblo argentino para enfrentar a un mundo cada vez más difícil y más complejo”. La presidente no lo dijo, pero en la base naval de Mar del Plata donde se realizó el acto funcionó un centro clandestino de concentración y exterminio. En diciembre de 2010 concluyó el primer juicio por los crímenes de lesa humanidad cometidos allí, en el que fueron condenados a reclusión perpetua el contraalmirante Roberto Luis Pertusio, el capitán de navío Justo Ortiz y el general del Ejército Alfredo Arrillaga. La sentencia fue confirmada por la Cámara de Casación y espera turno en el exasperante embudo de la Corte Suprema de Justicia. Durante el año pasado se celebraron las audiencias del segundo juicio por los hechos ocurridos en la base, en la Escuela de Suboficiales de Infantería de Marina y en la sede de la Prefectura Naval de Mar del Plata. El 27 de octubre, los fiscales Guillermo Friele y Mercedes Soiza Reilly y las Secretarías de Derechos Humanos de la Nación y de la provincia de Buenos Aires, la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos y Abuelas de Plaza de Mayo pidieron la condena a reclusión perpetua de los mismos Arrillaga, Pertusio y Ortiz, más las de los almirantes Juan José Lombardo y Raúl Marino, los capitanes de navío Rafael Guiñazú, José Lodigiani y Mario Forbice. También pidieron entre 4 y 25 años de prisión para el capitán de navío Julio Cesar Falcke, el suboficial mayor Angel Narciso Racedo, el abogado de la Armada Juan Carlos Guyot, el prefecto Juan Eduardo Mosqueda y el subprefecto Ariel Macedonio Silva. Además, con la enorme cantidad de documentación obtenida, del archivo de Inteligencia de la Prefectura de Bahía Blanca y de los legajos de la Armada, los fiscales denunciaron a otros cien represores para que sean investigados. En los próximos meses se conocerá la sentencia. Esta es la película completa de la que Cristina mostró un fotograma: el encuentro es posible porque por fin hay verdad y Justicia.