¿Le parece adecuada la nueva tarifa del subte de 3,5 pesos que busca aplicar el gobierno porteño?

–Macri ve el transporte como una empresa y nosotros como un servicio público. Lo primero que hicieron el 3 de enero de 2012 cuando se hicieron cargo del servicio fue subir las tarifas 127,5 por ciento. La segunda decisión que toma después de un año es recibir coches nuevos y suspender el servicio 60 días y busca aplicar otro aumento del 40 por ciento. Macri tiene un problema en su forma de pensar, porque considera que el transporte público tiene que ser rentable. El transporte público es rentable socialmente porque es un medio de inclusión, hace a la política de distribución del ingreso y por eso el Estado nacional mantiene su política de subsidios. Con los subsidios el Estado paga el 71 por ciento de los pasajes de colectivo y el 90 por ciento del tren.

–El gobierno nacional también subió las tarifas.

–Lo más importante de la tarjeta SUBE es que es utilizada por el 97 por ciento de los usuarios del transporte público metropolitano. Es un medio de pago muy práctico, integra el sistema y ofrece información muy valiosa para la asignación de subsidios. Estamos recaudando 92 millones de pesos más que los declarados por los empresarios de colectivos cuando presentaban sus declaraciones juradas. En promedio declaraban que recaudaban 327 millones de pesos y nosotros recaudamos 419 millones por mes. La SUBE permite direccionar los subsidios, desde fines del año pasado quien tiene la tarjeta y es jubilado o pensionado, personal de casa doméstica, ex combatiente de Malvinas, recibe la AUH o es estudiante no paga el aumento.

–El viernes el Gobierno de la Ciudad interrumpió por 60 días la línea A del subterráneo para cambiar las formaciones, ¿es un plazo coherente?

–Si renuevan los vagones gracias al gobierno nacional que compró nuevos vagones chinos, no es una inversión de las autoridades de la Ciudad de Buenos Aires. Tomarse 60 días para cambiar los vagones refleja una falta de capacidad y gestión del jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri. Le falta capacidad al equipo que tiene que asegurar la presentación de ese servicio. Nosotros en la línea A del subte hicimos la vía nueva, el señalamiento, la electrificación y las estaciones. No se interrumpió ni una vez el servicio porque trabajamos de 22.30 a 4 de la mañana. No puede ser que ahora que le entregamos 45 coches para poner en funcionamiento cierren por dos meses el servicio que transporta 160 mil personas diarias y perjudiquen a todos los comerciantes de la línea. Desafío a Macri a que explique qué hizo en cinco años y nosotros explicamos qué hicimos en cinco meses. Los que más hemos hecho fuimos nosotros. Macri no hizo absolutamente nada.