EL PAíS
• SUBNOTA › LOS ESCOLLOS QUE PUEDEN SURGIR EN EL CONGRESO
Cada Cámara es un desafío
› Por Felipe Yapur
Una autorización del Congreso Nacional para intervenir al PAMI, tal como anunció ayer el gobierno central, no será fácil de obtener. Si bien en los bloques oficialistas de ambas Cámaras hay predisposición para aprobar las iniciativas del Poder Ejecutivo, habrá que salvar varios escollos. Las diferencias entre los distintos sectores internos del PJ todavía no han sido totalmente zanjadas. De todas formas, los presidentes de los bloques de senadores y diputados, Miguel Pichetto y José María Díaz Bancalari, anticiparon su intención de llevar al recinto la iniciativa la próxima semana. Deberán trabajar muy duro y muy bien si pretenden que el proyecto sea aprobado el miércoles.
El senador se mostró proclive a la iniciativa presidencial y durante la conferencia de prensa que brindó junto a Díaz Bancalari y el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, indicó que “el Presidente requiere que el organismo le sirva a los jubilados y le dé la máxima transparencia”.
Por su parte, Bancalari consideró que en la obra social de los jubilados y pensionados existen “actitudes que entorpecen el normal funcionamiento de esta institución”.
Los jefes de los bloques estaban al tanto de la intención del presidente Kirchner desde el miércoles. Durante toda la jornada de ayer, Pichetto y Díaz Bancalari mantuvieron contacto permanente con el jefe de Gabinete. Ambos legisladores comunicaron la existencia del proyecto a integrantes de las bancadas para comenzar a sondear la predisposición de los diputados y senadores. Por la tarde, se reunieron con Fernández para revisar el texto del proyecto. Terminaron de escribirlo cerca de las 21 cuando se dieron cuenta de que no sabían si Mesa de Entradas del Senado estaba todavía abierta. Era tarde, por lo que el ingreso quedó postergado para hoy a primera hora.
La idea, según reconoció el propio Pichetto, es llevarlo al recinto de la Cámara alta el próximo miércoles. Para discutir el proyecto sobre tablas se necesita el voto de los dos tercios de los presentes y para eso es preciso contar con el apoyo del radicalismo. Y este tema es responsabilidad de Pichetto y también del vicepresidente Daniel Scioli, quienes deberán entablar una veloz negociación con la UCR y también con los representantes de los partidos provinciales.
Si se lograra una pronta aprobación en el Senado, la tarea de Díaz Bancalari no se presenta menos complicada. Debe emprender negociaciones con los diferentes bloques de la oposición y además deberá sortear las posibles resistencias internas de su bancada recientemente reunificada. El problema podría agravarse si, por esos devenires de la actividad parlamentaria, el proyecto debe ingresar a la Comisión de Previsión Social. Esta es conducida por el menemista y barrionuevista Ovidio Zúñiga, que permanece en el superdisminuido bloque menemista Azul y Blanco. Habrá que ver si el rionegrino soporta la presión que se ejercerá sobre él pues como presidente de comisión tiene, en teoría, la potestad de manejar y debatir los proyectos cuando lo considere oportuno. Evitar su intervención será un desafío para el jefe de la bancada de diputados pejotistas.
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