En el barrio Cildáñez, desde las 5 de la mañana, cuando los vecinos despertaron en medio del agua, hubo voluntarios trabajando para habilitar la capilla y la escuela como lugar seco, a la espera de la próxima tormenta, contó Aixa, una de las vecinas del lugar. El barrio, delimitado por la calle Escalada y La Salle, entre Eva Perón y la autopista Dellepiane, no tuvo más asistencia que la que sus propios vecinos supieron intercambiar, contó la joven.

“A las 5 los vecinos empezaron a despertar porque el agua llegaba a la cintura; luego el agua bajó, pero la gente perdió todo”, recordó en la tarde de ayer. Los jóvenes del barrio, organizadores de un merendero que funciona habitualmente en el lugar, ayudaron a “recuperar lugares secos, como la capilla y la escuela, porque estamos sin luz y esperando la próxima tormenta”. En la mañana de ayer, agregó, hubo “vandalismo en un supermercado Coto de la calle Eva Perón”, que luego fue “cerrado porque quedó todo roto”. Por la noche, denunciaron no tener “ningún tipo de mercadería ni asistencia de las autoridades de la Ciudad”.