“Querer parar la inflación con juventudes hitlerianas es como querer parar un tren gritándole que pare”, escribió ayer en Twitter el presidente del Banco Ciudad, Federico Sturzenegger. Se refería a la convocatoria que lanzó la presidenta Cristina Fernández a organizaciones sociales, políticas y hasta religiosas para controlar que los supermercados cumplan con el congelamiento de precios de 500 productos que pactaron con el Gobierno. CFK lo llamó el plan “Mirar para Cuidar”.

–¿Le parece que son juventudes hitlerianas? –le preguntó un periodista de este diario a Sturzenegger por la misma vía, para corroborar si había sido un exabrupto o una opinión meditada.

–Veremos... Pero el antecedente es real y concreto. Hitler hizo exactamente lo mismo (y con especial saña con los judíos) –contestó el funcionario, sin retroceder en su comparación de la participación que puedan tener asociaciones de consumidores, ONG, centros de jubilados, intendencias y movimientos sociales y políticos con las juventudes hitlerianas.

Sturzenegger ya había levantado polémica hace tres semanas con otro tema, cuando reclamó una devaluación de entre 30 y 40 por ciento para resolver un supuesto atraso cambiario. Más atrás en el tiempo, el funcionario macrista fue el integrante del equipo económico de Domingo Cavallo, en el año 2001, que justificó ante la prensa la rebaja del 13 por ciento en jubilaciones y salarios de empleados públicos. En ese momento ocupaba el cargo de secretario de Política Económica y no hablaba de juventudes hitlerianas ni nada parecido, sino de la necesidad de practicar un ajuste sobre remuneraciones nominales para cumplir con las metas asumidas ante el FMI.

Otros twitteros le recriminaron a Sturzenegger la relación que buscó trazar entre el plan “Mirar para Cuidar” y el nazismo, a lo que respondió que se le había ocurrido tras leer una opinión del ex funcionario del Indec Víctor Becker. Y nunca se retractó de su comparación.