EL PAíS
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El nuevo número uno
El virtual presidente de la Corte Suprema, Eduardo Moliné O’Connor, aseguró que, tras la renuncia de Julio Nazareno, el tribunal se encuentra “ante una nueva etapa”. No quiso hacer declaraciones sobre su eventual juicio político ni contestarle al ministro de Justicia, Gustavo Beliz, quien afirmó que sus llamados a funcionarios norteamericanos para pedir protección podrían tipificarse como “traición a la patria”. Moliné O’Connor, que era vicepresidente del tribunal, pasó automáticamente a dirigir el cuerpo pero otros integrantes no descartan que se adelante la elección de presidente, que estaba prevista para noviembre. El próximo acuerdo está previsto para el viernes pero los ministros se mantendrán en contacto durante la semana, ya que están preocupados por la embestida oficial, porque saben que la estrategia del Gobierno no se terminó con la vacante obtenida con la salida de Nazareno. Por ahora, el tribunal está prácticamente paralizado para decidir ciertos temas, como el fallo redolarizador del caso Lema. Sobre este expediente hay en la Corte dos minorías de cuatro. Por eso, los supremos no descartan convocar a un conjuez para definir si se deben redolarizar los depósitos de los ahorristas particulares. Moliné O’Connor negó haber hablado con Nazareno –quien recientemente lo calificó como su “amigo del alma”– durante el fin de semana: “conversé con él el viernes, antes de que concretara su renuncia, pero desde entonces no hemos vuelto a hablar”.
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