Apenas tres observaciones.

1 En los diez años transcurridos, ha habido victorias más frágiles, victorias más sólidas. Una de estas últimas refiere tal vez a la intervención del Estado en la economía. Junto a los grandes temas (e incluso por arriba de ellos) que de modo clásico hacen a la responsabilidad primaria del Estado (por ejemplo, seguridad: 28,9 por ciento; educación: 23,7) un 34,9 por ciento de los entrevistados señaló distintos aspectos que hacen a la economía (economía, empleo, distribución del ingreso, inflación; esto es, también indicación de lo que está pendiente). De modo previsible, la seguridad tiene más peso en el GBA que en la CABA y considerablemente más entre los votantes de De Narváez (49 por ciento) y Massa (40,1) que entre los de Pitrola (13,8), Stolbizer (24,6) e Insaurralde (29,4).

2 Tiene doble interpretación posible la muy relevante y sistemática diferencia de magnitudes que separa a los medios de comunicación de todos los demás, entre los factores con más poder frente al Gobierno. Tanto en GBA como en Capital, los medios acumulan aproximadamente el 43 por ciento de respuestas frente a un segundo lugar en GBA ocupado por los sindicatos (15,2 por ciento) y en Capital ocupado por los empresarios (16). El peso de los medios se correlaciona con la tarea de zapa que el oficialismo le endilga (entre los votantes de Cabandié acumula 61,5) pero también con la idea de defensa ante los hipotéticos avasallamientos gubernamentales (entre los votantes de Carrió, el 42; entre los de Lousteau, el 39; entre los de Bergman, el 36).

3 Una posibilidad de lectura de los datos que guarda interés es la que podría ayudar a entender la formación de identidades políticas. Tomemos como indicador en ese sentido el momento de la decisión de voto, separando a quienes lo decidieron el mismo domingo electoral o la semana previa de quienes lo tenían decidido con anterioridad. En el total Capital-GBA alrededor de un 30 por ciento lo decidió ante la inminencia de emitirlo y un 70 estaba seguro de su voto desde antes. Pero las proporciones cambian con las opciones de voto. La izquierda aparece como la más diletante (57,2 por ciento Zamora, 35,3 Altamira, 33,3 Hagman). Luego siguen hacia abajo (es decir, ascendiendo en proporción de voto consolidado) Lousteau, con 32,6; Carrió con 24,6; Cabandié con 16,5; Sergio Bergman con 18,9, y Gil Lavedra con 7,7.

* Decano de la Facultad de Ciencias Sociales UBA.