Pepe.El presidente de Uruguay, José “Pepe” Mujica, habló el martes antes que Cristina Kirchner. Por momentos tango, por momentos poesía, su discurso se escapó de lo convencional, aunque también resultó un tanto reiterativo. Cual filósofo Diógenes, Mujica arremetió una y otra vez contra el consumismo. “Parecería que sólo hemos nacido para consumir y consumir. Hay marketing para todo, hasta para los cementerios”, ironizó. Hubo palos para el sistema financiero y también para los organismos internacionales, “esos que organizan cumbres que les sirven mucho a las cadenas hoteleras y a las líneas aéreas”, dijo, en una cumbre en Nueva York. Tiró la idea de que en vez de organismos existiera un consejo de sabios científicos que indique para dónde debe ir el mundo sin autodestruirse. “Ninguna de estas cosas pasarán, nos quedan muchos sacrificios inutiles por delante”, concluyó.

Consumismo. El contrapunto perfecto del discurso de Mujica estaba a unas veinte cuadras del edificio de las Naciones Unidas. Apple comenzó a vender el fin de semana dos nuevos modelos de su iPhone y desató su manía acá en Estados Unidos, donde la marca de la manzanita es hegemónica. El store frente al Central Park luce siempre abarrotado, a tal nivel que hay una cola permanente sobre la vereda que desanima a cualquiera que no esté muy convencido de desembolsar unos 600 dólares para el modelo de colores.

Bicis. Una solución para el infernal tráfico neoyorquino durante la semana de la Asamblea General resultan las bicicletas municipales, nuevas y de color azul. Es lo que intenta poner en práctica Mauricio Macri en Buenos Aires, nada más que aquí hay estaciones en casi todas partes donde se pueden dejar o retirar las bicicletas, hacer lo que se tenga que hacer y después tomar otra para la vuelta. El precio para su uso durante una semana es de 25 dólares, poco si se tiene en cuenta que un boleto de subte cuesta la friolera de 2,75 dolares, unos 16 pesos al cambio oficial.