El pliego de licitación original tenía algunas cláusulas maravillosas. Un capítulo estaba dedicado a “seguridad del centro de producción”. Obviamente obligaba a que el oferente contara “con un centro de producción de documentos que tenga las medidas de seguridad física para proteger el material utilizado para la confección de los documentos”.
Pero un apartado estipulaba: “El centro de producción de documentos deberá estar dentro del territorio nacional a un radio de no más de 60 kilómetros de la Capital Federal”.
En el site oficial de la empresa, www.ciccone.com.ar, figuran las características de la planta. Informa que el presidente y el vicepresidente de la compañía trabajan en la parte superior del edificio abovedado de cuatro pisos. La planta “cuenta con una bóveda subterránea de 600 metros cuadrados, cuya construcción fue requerida por normas internacionales para las Empresas calificadas para imprimir billetes de banco, es decir para funcionar como casa de moneda privada”. Agrega la página web que la bóveda o tesoro de seguridad “es utilizada para depósito del stock de cheques, previo a su envío al Centro de Personalización, como así también el de materias primas, insumos de seguridad y productos terminados de especies valoradas”.
Y después está el dato de la ubicación. En Panamericana. “A pocos minutos del centro de la ciudad de Buenos Aires.” Exactamente en Don Torcuato, kilómetro 25,550. Bien: a menos de 60 kilómetros de la Capital Federal.