La ofensiva contra la inseguridad comenzó el 2 de julio, cuando el presidente Néstor Kirchner dijo que si bien el problema “deviene de la exclusión social” estalló porque los políticos “no estuvieron a la altura de las circunstancias” y por “la corrupción de los cuadros innobles de las policías”. Ese día, el ministro de Seguridad, Gustavo Beliz, instó al gobierno bonaerense a “tomar el toro por las astas” para cortar los “lazos de complicidad entre el sector político y de la fuerza de seguridad”. Desde entonces se tomaron distintas medidas tendientes a reforzar la prevención con más policías, gendarmes y prefectos en la calle, y a lanzar un combate a fondo contra los desarmaderos de autos.
- La primera medida contra la corrupción se tomó el 3 de julio, cuando fue removido del cargo el entonces jefe de la Bonaerense, comisario Alberto Sobrado, quien tenía 333.000 dólares depositados en Bahamas.
- Al día siguiente, el ministro de Seguridad bonaerense, Juan Pablo Cafiero, advirtió a 44 jefes de la Bonaerense que dejarán la fuerza los que no puedan justificar los bienes que poseen.
- El 7 de julio, Beliz y Felipe Solá ponen la mira en los desarmaderos y lanzan operativos de seguridad en Capital y Gran Buenos Aires.
- El 10 de julio Beliz anunció un plan de 40 puntos para generar confianza en la policía y combatir la corrupción en sus filas.
- El 11 de julio, Solá envió cinco proyectos a la Legislatura. Uno otorgando facultades a los fiscales para hacer allanamientos sin orden del juez y otro dando autorización a gendarmes y prefectos para detener a personas en territorio bonaerense. Las leyes fueron aprobadas el miércoles último.
- El miércoles 16 fue desplazado del cargo el comisario Aníbal Degastaldi, investigado por presunto enriquecimiento ilícito.