El ex presidente Raúl Alfonsín negó “haber sido víctima de situación de extorsión alguna en oportunidad de la sanción de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final”. A través de un comunicado, Alfonsín expresó que “como protagonista principal de las circunstancias históricas que rodearon la sanción y promulgación de esas leyes, creo necesario señalar que nadie me ha extorsionado ni lo hizo con el Congreso de la Nación y que las decisiones adoptadas por mi gobierno jamás fueron resultado de un pacto con los dictadores”. El ex presidente contestó de esta forma al presidente Néstor Kirchner, quien, el miércoles, aseguró que las leyes de Obediencia Debida y Punto Final fueron “obtenidas bajo la extorsión de un golpe de Estado”. En junio Alfonsín envió una carta a los legisladores de su partido en la que aseguraba que no se sentiría “desautorizado ni agraviado” si se anularan las normas que paralizaron los juicios contra los militares de la última dictadura. “Se habrán superado las debilidades que me llevaron a impulsar dichas leyes”, afirmó. El ex presidente aseguró que al declarar ante el juez federal Claudio Bonadío, quien investiga la desaparición de una veintena de personas en 1980, afirmó que promulgó esas normas “en función de la defensa, en el mediano y largo plazo, de las libertades y de los derechos humanos de los argentinos”.