Se nos fue Juan y nos dejó en su primer libro, Violín y otras cuestiones este primer poema:

Epitafio

Un pájaro vivía en mí.
Una flor viajaba en mi sangre.
Mi corazón era un violín.

Quise o no quise. Pero a veces
me quisieron. También a mí
me alegraban: la primavera,
las manos juntas, lo feliz.

¡Digo que el hombre debe serlo!
(Aquí yace un pájaro.
Una flor.
Un violín.)

Los pájaros que volaron ayer, los que vuelan hoy y los que volarán mañana llevarán a Juan Gelman.

Triste está la lengua castellana por la muerte de Juan.

Un hombre único.

Es el principal poeta contemporáneo que ensancha la lengua de Cervantes.

Escribió con su vida un poema épico y heroico. “Ahí está la poesía de pie contra la muerte”, dijo al recibir el Premio Cervantes en el 2007.

“Yo moría muchas veces y más con cada noticia de un amigo, un compañero asesinado o desaparecido, que agrandaba la pérdida de lo amado.”

Siendo así el hombre que consiguió lo que deseó: peleó, luchó, triunfó y venció a la siniestra “noche y niebla” asesina del Plan Cóndor y recuperó a su nieta Macarena.

Que su muerte sirva en el continente americano y en el mundo como ejemplo de lucha inclaudicable en defensa de la vida y de los derechos humanos.

“La dictadura militar argentina de-sapareció a 30 mil personas y cabe señalar que la palabra ‘desaparecido’ es una sola, pero encierra 4 conceptos:

El secuestro de ciudadanos inermes, su tortura, su asesinato y la de-saparición de sus restos en el fuego, en el mar o en el suelo ignoto.”

“Hay quienes vilipendian este esfuerzo de memoria. Dicen que no hay que remover el pasado, que no hay que tener ojos en la nuca, que hay que mirar hacia adelante y no encarnizarse en reabrir viejas heridas. Están perfectamente equivocados.”

Juan: Mis respetos a tu obra extraordinaria, a tu compañerismo, a tu integridad, a tu persistencia y consecuencia con tus principios e ideales.

México, D.F. 15 de enero de 2014