EL PAíS • SUBNOTA › EL FESTIVAL CON ARTISTAS, BANDAS, BAILARINES Y MAPPING EN LA PLAZA DE MAYO
La celebración del 25 de Mayo abarcó desde el rock y la música electrónica hasta el folklore, la danza e imágenes proyectadas sobre la Casa de Gobierno, en un espectáculo ligado a la heterogénea identidad nacional.
› Por María Daniela Yaccar
Desde el escenario que miraba a Plaza de Mayo, la Presidenta recordó que, antes, los 25 de Mayo no se celebraban así. El ritual que ya se hizo costumbre antes no ocurría. No solía reunirse una multitud en esa plaza llena de historia y significados. No había un festejo grande, con músicos, bailarines y mappings vistiendo la Casa Rosada; se presentaba, como mucho –dijo Cristina Fernández– una banda militar. En esta ocasión, la conmemoración de la fecha –que llevó el nombre de Fiesta Patria Popular– tuvo coincidencias y diferencias respecto de la del año pasado. Una vez más se destacó la buena organización de un evento tan complejo. Y, una vez más, la cultura estuvo en el centro de la escena, como escolta, con la presentación de artistas conocidos (como Lito Vitale, Pedro Aznar, Hilda Lizarazu, Litto Nebbia, Fabiana Cantilo y muchos más) y otros no tanto. En 2013 hubo un enfoque más bien latinoamericanista –se había presentado Silvio Rodríguez y Fito Páez cantaba junto a una orquesta venezolana–; en cambio, ayer, lo que se vio ayer en el escenario estaba estrechamente ligado a la identidad nacional, en su heterogeneidad.
Eran poco más de las 16 cuando comenzó el show pensado para toda la familia. En la entrada de la Casa Rosada casi no se veían funcionarios, sino que entraban y salían los integrantes de La Asombrosa Banda de Zamba, con sus gigantes e incómodos trajes. Deambulaban organizadores, algunos artistas que acompañarían a la Presidenta en su discurso –como Diego Boris, uno de los músicos que peleó por la Ley Nacional de la Música– y otros que ya habían tenido su momento –como el coro toba Qom Chelaalapi–. En el hall de la Casa de Gobierno había unos camarines improvisados, el backstage. En la Plaza, a esa hora, bajo un sol otoñal que sorprendió a todos, el paisaje era idéntico a otros años: muchos ciudadanos “sueltos”, incontables banderas de agrupaciones –Peronismo Militante, Kolina, La Cámpora, PCCE, etcétera–, familias, muchos jóvenes, niños en cochecito y caminando. Y había, como siempre, puestitos de lo más variados: hamburguesas, choripanes, locro, imanes y hasta almohadones con la cara de Cristina o la de Eva Perón.
La cultura nacional apareció a lo largo de la tarde-noche en sus distintos modos de ser. Hubo lugar para el rock, el folklore, la música electrónica, la danza. Ilustró la heterogeneidad la divertida pelea que tuvieron, promediando el festejo, un grupo de payadores contra un grupo de raperos. En la Fiesta Patria Popular, la cultura fue una hermana, ni mayor ni menor, de la política. “¡Feliz Día de la Patria!”, vociferó Susana Rinaldi, quien, se sabe, además de cantante es legisladora. Y lo mismo dijo Patricia Sosa, una mujer que no es habitué de actos organizados por el kirchnerismo: “En esta plaza vibra todo a patriotismo. Esta patria se merece que estemos unidos”.
“Somos cultura” se llamó el bloque organizado por Lito Vitale y el flamante Ministerio de Cultura –su titular, Teresa Parodi, subió al escenario con la Presidenta–, que se inició luego del discurso de CFK y que reunió a artistas de diferentes estilos y colores. Se vivieron momentos etéreos (Hilda Lizarazu cantó “Inconsciente colectivo”), de energía colectiva (los tambores de La Bomba de Tiempo, compartieron con Gabo Ferro y Liliana Vitale “Himno de mi corazón”, clásico de Miguel Abuelo), de caderas bamboleándose (cantó Gladys “La Bomba” Tucumana), de rock pesado (con Carajo y “Sacate la mierda”), de nostalgia (Rinaldi cantó “Como la cigarra” y recordó a María Elena Walsh), de los nuevos modos de lo autóctono (Charo Bogarín, de Tonolec, cantó “Sudamérica” con Palo Pandolfo). Participaron, también, Nebbia, Bersuit Vergarabat, Horacio Fontova, Juan Carlos Baglietto, Orozco Barrientos, Peteco Carabajal, Sandra Mihanovich, Pedro Aznar, David Lebon, Víctor Heredia, Adriana Varela, Fabiana Cantilo, entre otros. Todos los temas cobraban un sentido diferente en la Plaza, en este día y ante miles de personas. Al cierre de esta edición, sonaba “La argentinidad al palo” y caían unos papeles celestes y blancos sobre el público que estaba más cerca del escenario. “Yo, argentino”, gritaban los presentes. Y después sonó esa belleza que es “El viento trae una copla” y que habla sobre la Guerra de Malvinas.
También participaron de la jornada Desmán –banda ganadora de un concurso federal–, el power trío Científicos del Palo y la banda del Regimiento de Granaderos a Caballo General San Martín, que hizo clásicos de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota y se encargó del Himno Nacional. Además, hubo un show del Combinado Argentino de Danza musicalizado por Metabombo y Tremor.
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