Habían quedado en mantener un encuentro bilateral durante la cumbre del G-20, en Australia, pero la infección intestinal de la presidenta argentina lo impidió. Finalmente, ayer Cristina Kirchner y Dilma Rousseff volvieron a encontrarse luego de la reelección de la brasileña. No hubo una reunión formal, la ocasión no era propicia, pero sí un diálogo de unos minutos mientras recorrían la nueva sede de la Unasur y se acercaron a las oficinas del secretario general, en uno de los “volados” de la construcción. El canciller Héctor Timerman aseguró que no supo el temario de la conversación porque estaba siguiendo el debate sobre los fondos buitre en la ONU, pero descartó cualquier preocupación en el gobierno argentino por los nombramientos del gabinete económico en Brasil que parecían anunciar un corrimiento hacia la ortodoxia. “Tenemos un gran respeto por Brasil, por Dilma Rousseff y por el PT y estamos encaminados a seguir construyendo una gran relación con Brasil. No me corresponde opinar sobre los nombramientos que hace el gobierno. Tenemos plena confianza en Dilma Rousseff, además sabemos que nuestro gran aliado y socio estratégico es el Brasil”, consideró el canciller. Ahora, Cristina Kirchner y Dilma Rousseff volverán a encontrarse durante la cumbre del Mercosur, que se llevará a cabo el 16 y 17 de diciembre en Paraná, Entre Ríos.