La noticia cayó de sorpresa, pero se asume el desafío. Esa es, palabras más o menos, la reflexión que transmitieron fuentes del Ministerio Público Fiscal tras enterarse, a través del discurso de la presidenta Cristina Fernández, del traspaso a sus manos de las escuchas telefónicas que hasta ahora manejaba la Secretaría de Inteligencia. “Vale la pena el esfuerzo”, aseguraron ayer fuentes del “único ministerio extrapoderes”, como lo mencionó CFK en el discurso emitido anoche por cadena nacional. “Hoy tenemos la responsabilidad de hacernos cargo de este gran trabajo que implica una mejora en todo nivel”, continuaron. La nueva responsabilidad que el proyecto de ley anunciado por Fernández –que crea la Agencia Federal de Inteligencia– otorga al Ministerio Público Fiscal, el control sobre el Sistema de Operaciones Judiciales, es, por el momento, lo único que en los pasillos de esa institución saben al respecto. No cuentan con presupuesto para contratar nueva planta, ni con conocimientos específicos respecto de la realización, administración y efectivización de intervenciones telefónicas. Lo que suponen es que el traspaso se realizará de manera conjunta, con fondos presupuestarios incluidos. La tarea, no obstante, es gigante. También plantearon que ya piensan en una convocatoria amplia “a todos los sectores” para planificar la tarea. Organizaciones no gubernamentales “que hayan trabajado el tema”, universidades, incluso sectores de todo el arco político. “Queremos construir esto de una manera amplia y participativa, porque entendemos que es la forma en la que podremos crear algo que solucione los errores de los últimos 30 años. Si no hay consenso, va a fracasar el intento, cosa que no queremos que suceda. Hoy tenemos la responsabilidad nosotros, tenemos un gran trabajo por delante”, señalaron fuentes de la Procuración General.