Carlos Verna, el candidato del PJ oficial, ganó en La Pampa con el 47 por ciento de los votos, en una elección con malos resultados para el kirchnerista Néstor Ahuad, quien quedó tercero, con sólo un 19,5. Verna, de 57 años, senador nacional desde hace 10, obtuvo este triunfo asociado al saliente gobernador Rubén Marín, uno de los pocos sobrevivientes de lo que dio en llamarse menemismo, quien ayer también alcanzó su objetivo de conseguir una banca en la Cámara alta. En segundo lugar se ubicó el radical Francisco Torroba, del Frente Alternativa Pampeana (FRAP), una alianza de la UCR con independientes y socialistas que alcanzó el 28,66 por ciento.
El triunfo de Marín se extendió a todos los rubros en juego. De las tres senadurías nacionales en disputa, tendrá las dos por la mayoría, que serán para él y Silvia Gallego. La tercera corresponderá al postulante del FRAP Juan Carlos Marino, a quien en el ámbito político local se lo vincula con Enrique Nosiglia. Otra derrota para Ahuad, que también se candidateaba para senador. Para diputados nacionales, de los dos lugares que se disputaron, el PJ lograba uno y el FRAP otro.
La lista del PJ oficial se adjudicó también la victoria en las intendencias de las principales ciudades de la provincia y fue la más votada para renovar los diputados provinciales.
Los comicios se realizaron sin incidentes ni demoras. A las seis de la tarde, el PJ difundió el resultado de una encuesta a boca de urna que dio por ganador a Verna y apenas dos horas más tarde el recuento de las primeras mesas ratificaba el triunfo. En la sede del partido en Santa Rosa los festejos comenzaron temprano.
Los ganadores dieron una conferencia de prensa. Feliz, el nuevo gobernador repartió flores en dos direcciones. Dijo que se sumará “al gobierno de esperanza que encarna el presidente Néstor Kirchner” y no perdió la oportunidad de agradecer a “Marín, mi amigo” por el triunfo. “El pueblo de La Pampa ha decidido seguir acompañando un proyecto que la provincia tiene desde hace 20 años y que hoy está en manos de este compañero”, subrayó en su primer discurso.
Marín, por su parte, se dio el gusto de analizar los motivos de la derrota del peronismo disidente. El senador electo dijo que el Frente para la Victoria, que postuló a Ahuad, “especuló con vaciar parte del justicialismo, objetivo que no consiguió, y tal vez por ese motivo quedó relegado al tercer lugar”. Como candidato del Frente para la Victoria, Ahuad había sido impulsado por sectores del PJ disidente por afuera del partido, acompañado por otras fuerzas como el ARI y el MID. Ahuad buscó sumar adhesión identificándose con el Gobierno nacional, aunque en la campaña no obtuvo un respaldo visible de Kirchner, ya que el Presidente no viajó para participar en los actos ni envió a ninguno de sus ministros.
El triunfo de Verna, dicen en La Pampa, podría cerrar una etapa de 20 años de liderazgo exclusivo de Marín, quien transitó los ‘90 de la mano del menemismo. Jefe del PJ local, el gobernador saliente ha tenido como histórico adversario a Verna, quien ha sido en cambio más cercano a Eduardo Duhalde.
La imposibilidad de Marín de presentarse a otra reelección favoreció que la vieja rivalidad entre ambos fuera reemplazada por un acuerdo: Verna se quedó con la candidatura del PJ oficial y Marín integró la misma boleta como primer senador.
El nuevo mandatario es senador nacional desde 1993. El año pasado fue salpicado por un escándalo vinculado con un presunto pago de coimas en la Cámara alta. Quienes conocen el Congreso dicen por esto que no goza de las simpatías de Cristina Kirchner.