La identificación de la Corte Suprema con su presidente es llevada al extremo en su página en Internet. Un escrutinio de todas las publicaciones realizadas en las últimas dos semanas por ese denominado Centro de Información Judicial, cuya sigla CIJ y su logotipo han desplazado en la comunicación institucional a la propia Corte Suprema, revela una abrumadora mayoría de notas, fotografías y videos dedicados a Lorenzetti. Muy relegada le sigue la vicepresidente del cuerpo, Elena Highton de Nolasco, mientras Maqueda sólo aparece cuando realiza alguna actividad conjunta con Lorenzetti, como los actos de esta semana. Sobre Fayt cae un piadoso silencio. Para encontrar una mención a él hay que remontarse al 13 de mayo, cuando firmó la Acordada rectificatoria por la tetrareelección y un fallo sobre una causa previsional, en la que junto con Lorenzetti y Maqueda declaró inconstitucional una norma de la provincia de Corrientes. Las novedades en los juicios por crímenes de lesa humanidad sólo se abren espacio entre las notas principales cuando se trata de un represor muy conocido, o en días en los que no hay otras novedades sobre Lorenzetti. Este viernes, por ejemplo, los dos títulos principales fueron dedicados a Lorenzetti, entre ellos su discurso ante los ejecutivos de finanzas, mientras al pie de página, en caracteres mínimos figuraron las notas por los alegatos en el juicio oral por el Plan Cóndor y la condena a 16 años de prisión al ex juez federal tucumano Manlio Martínez por su complicidad con la dictadura. La producción fotográfica por el Día del Periodista incluye cinco imágenes de Maqueda, seis de Elena Highton y nueve de Lorenzetti. Para el resto del Poder Judicial quedan migajas.

En el período estudiado, que va del 28 de mayo al viernes 12 de junio, el 44 por ciento de la superficie total del CIJ, incluyendo notas, fotos y videos, fue dedicada a Lorenzetti. Del 56 por ciento restante, 18,2 por ciento correspondió a los juicios por crímenes de lesa humanidad (casi siempre en títulos pequeños al pie de página), el 17 por ciento a Elena Highton y el 1,27 por ciento a Maqueda. Es decir que para la labor de los demás jueces federales del país (incluyendo todos los niveles, primera instancia, Cámaras de apelaciones, Tribunales Orales y la Cámara de Casación) sólo quedó disponible el 19,5 por ciento del espacio. Como una imagen vale más que cien palabras, esta desproporción se acentúa en los videos insertos en la página, las nuevas tecnologías sobre las que Lorenzetti disertó en el Día del Periodista: el 89,43 por ciento lo tuvieron como protagonista, contra el 9,75 por ciento de Elena Highton y el 0,82 por ciento de Maqueda, que quedó pato. Por supuesto, la causa que instruye el juez federal Luis Osvaldo Rodríguez contra Lorenzetti por presuntos “comportamientos encaminados a concentrar la administración y control de los recursos financieros que corresponden al Poder Judicial de la Nación”, según escribió en su requerimiento el fiscal Federico Delgado, no tuvo cabida en el CIJ. Sus lectores tampoco saben que Rodríguez soportó sin murmurar una larga antesala para que el administrador de la Corte, el también rafaelino Héctor Daniel Marchi, ex contador personal y socio de Lorenzetti, le entregara las respuestas a sus preguntas. En estas condiciones, denominar al CIJ como Agencia de Noticias del Poder Judicial es un abuso del lenguaje. Sería más adecuado llamarlo agencia de promoción personal del presidente de la Corte o, para abreviar, San Lorenzetti Press.