Los presidentes de Argentina y Bolivia, junto con funcionarios de ambos gobiernos, cenaron anoche en el Museo del Bicentenario para celebrar la inauguración del monumento a Juana Azurduy. “Por la integración de la región, por el presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, compañero Evo Morales, y por esa gran mujer, generala de la revolución, doña Juana Azurduy, que hoy mira a todos los argentinos al mirar a la Casa Rosada”, resumió Cristina Kirchner para convocar al brindis.

Evo agradeció a la “hermana Cristina” y contó que en Bolivia “las hermanas están llorando de emoción y alegría”. “Creo que a la hinchada de Evo, que son mujeres, la va a conquistar la compañera Cristina con el monumento”, bromeó. Luego se puso serio y dijo que es “una forma de liberarnos, de descolonizarnos”. Recordó los tiempos del ALCA, reivindicó la “gran familia sudamericana” y advirtió que “nuestras batallas continúan, seguimos el proceso de liberación”. Morales celebró la cooperación, dijo que el inminente ingreso de Bolivia al Mercosur implicará profundizar la “transferencia tecnológica”, contó que había entregado 164 ambulancias al departamento de La Paz y que antes las ambulancias eran “un hito, regalo de alguna embajada o una ONG”. “Ahora es tecnología sudamericana”, celebró. Al final agradeció al pueblo argentino por “el hermano papa Francisco”. “Con su mensaje sobre el tema del mar nos hizo llorar”, confesó, y admitió que antes estaba “un poco decepcionado con la Iglesia Católica”.

Cristina Kirchner dijo que el monumento significaba “una descolonización no sólo cultural sino también intelectual y materialmente” y anticipó que “antes de que me vaya va a haber otra generala”. Elogió la escultura, agradeció la donación al Estado boliviano y se explayó sobre la inclusión: citó a la Cepal para decir que la Argentina es “el país que más clase media produjo en los últimos doce años”. Explicó que la inclusión es “escalonada y piramidal”, que “el Belgrano economista ya hablaba de proteger nuestras industrias” y elogió la expansión de la red domiciliaria de gas en Bolivia. Recordó que el papa Francisco “pidió perdón por lo sucedido en la colonización y en la evangelización” y sugirió que “todos deberían tomar en cuenta esas palabras y esa humildad”. Sonrió al recordar que Evo es “el único soltero que queda en Bolivia” y aseguró que las mujeres lo seguirán amando porque “la mejor conquista que nos puede hacer un hombre es asegurarnos el futuro de hijos y nietos”.