- Separados. La molestia de Daniel Scioli con los precandidatos a gobernador de la provincia de Buenos Aires, Aníbal Fernández y Julián Domínguez, no es público, pero sí notorio. Ayer, el jefe de Gabinete y el presidente de la Cámara de Diputados asistieron los dos al cierre de campaña en Tecnópolis, pero no tuvieron un lugar sobre el escenario sino que tuvieron que conformarse con dos asientos en las primeras filas de la platea, separados. Los dos precandidatos no se saludaron ni cruzaron palabra durante todo el evento.

- Merchandising. Todo naranja, aunque ya no debería sorprender a nadie, ayer en el sector VIP se repartían bufandas y gorras con la leyenda Scioli 2015 y hasta había trufas adornadas con grana de ese color entre los bocadillos que repartían para amenizar la espera. También hubo empanaditas, sandwiches, alfajorcitos y otras delicias dulces.

- Juntos. Como una síntesis de lo que significa Scioli, ayer en el VIP podía verse, a pocos pasos, a la actriz Andrea Del Boca con la embajadora ante la OTAN, ex ministra y candidata a diputada Nilda Garré; al futbolista retirado Ricardo Enrique Bochini y el embajador en Chile y ex titular de la cartera de Salud Ginés González García, el empresario Matías Garfunkel junto a su mujer, Victoria Vanucci, y el sindicalista y candidato a presidente de Boca, Víctor Santa María. Además, hubo funcionarios del gabinete nacional y provincial, legisladores y candidatos y representantes de todas las organizaciones que conforman el Frente para la Victoria.

- Costumbres. Antes del acto, hubo en las tribunas algunos roces, que terminaron con un herido superficial. En un microestadio desbordado, con los lugares asignados sin mucha claridad, la disputa por las posiciones en las gradas se dirimió como solían dirimirse estos asuntos. “Me hace acordar a los actos de Néstor en el 2003”, comentó un sobreviviente de esas lides.