Marcos Peña ha sido –y sigue siendo– el jefe de campaña de Mauricio Macri desde las PASO y hasta el ballottage. Hoy está concentrado, según lo describe él mismo, en transmitir los dos mensajes principales de la campaña. El primero: la gente quiere un cambio. El segundo: no vamos por el revanchismo ni por una grieta invertida, sino por dar un paso hacia adelante. Peña confirma que habrá un solo debate y que la base del trabajo será el timbreo y el contacto casa a casa.

En el diálogo Página/12 Peña cuenta que. como casi todos los dirigentes de Cambiemos, se sorprendió con el resultado del domingo: “Los datos nos indicaban que podíamos ganar la provincia de Buenos Aires con un corte de boleta muy significativo. Es más, teníamos indicios de que podíamos ganar con más diferencia todavía. Pero como semejante nivel de corte nunca se había dado en la historia bonaerense, no pensábamos que nos alcanzaría para ganar. Recién al anochecer, cuando nos empezaron a llegar los primeros informes de los fiscales, las mesas testigos, empezamos a ver que ganábamos Buenos Aires y que estábamos muy cerca a nivel nacional”.

–¿Y eso los lleva a pensar de que Macri parte como favorito?

–Creo que eso se percibe, básicamente por la consistencia del voto de Cambiemos y porque lo que quedó claro es que hay una voluntad de cambio en la Argentina. Y nosotros somos una alternativa de cambio. Ahora, hay que ser humildes, tener los pies sobre la tierra. Esto requiere de mucho trabajo. Tenemos que pelearla con los que nos votaron poco convencidos, tal vez los que votaron a otras alternativas de cambio y aspiramos a llegar a los votantes del Frente para la Victoria (FpV), aunque no nos voten. No queremos ampliar la grieta para nada.

–¿Como abordan la conquista de los votos que consiguió Sergio Massa? Parece un objetivo prioritario.

–El massismo, en la conferencia de prensa del Hilton, reflejó la voluntad de cambio. Creo que envió un mensaje muy sensato y dejó entrever que nosotros somos la alternativa de cambio. A partir de eso tenemos que trabajar como con los demás votantes: insistiendo en que nosotros somos el cambio.

–Eso ya está planteando el interrogante sobre el sentido del cambio. El FpV dice que ustedes van hacia políticas que llevan a la falta de trabajo, a menor presencia del Estado, a favorecer a un pequeño sector.

–Bueno, tratan de meter miedo, porque ya no enamoran. Nosotros apuntamos a que haya más puestos de trabajo. Acá en la Ciudad de Buenos Aires también intentaron meter miedo. Dijeron que íbamos a destrozar la salud, la educación, que no íbamos a atender a los sectores humildes. Y pasó todo lo contrario: hoy está mucho mejor la salud, los colegios que estaban muy mal, mejoraron muchísimo. Se trabajo muy intensamente en la zona de menores recursos de la ciudad, el sur. No, lo nuestro no es para peor, de ninguna manera. Tratan de meter miedo.

–Aún así, la lógica es que Scioli y también la Presidenta planteen que Macri caminará hacia la apertura comercial y eso necesariamente pegará en menos producción nacional y pérdida de puestos de trabajo

–Insisto. Entiendo que quieran meter miedo, entiendo que fomentan el miedo, pero nosotros vamos por mayor desarrollo, más seguridad, más educación, más salud. Hoy tenemos un porcentaje alto de pobres en la Argentina, lo que es un fracaso para el país. Nosotros vamos a trabajar en eso como lo hicimos en Buenos Aires.

–Scioli seguramente afronta problemas con los votantes de clase media y Macri afronta problemas con los sectores humildes. Existe esa idea de que va a gobernar para una minoría rica.

–Hay distintas situaciones y es cierto que hay sectores con más permeabilidad a lo que dice uno u otro candidato. Nuestro eje está en que vemos una Argentina muy partida y nosotros no queremos eso. Basta ir al sur de la ciudad de Buenos Aires para que se vea todo lo que hicimos en la zona que encontramos con más carencias.

–Parece muy cantado que el FpV los señale como la nueva Alianza, es decir un frente de fuerzas muy distintas que no puede gobernar.

–No, no vamos a entrar en el juego de las descalificaciones y el miedo.

–¿Y cómo es la estrategia para llegar a la gente?

–Hace dos años que venimos trabajando directamente con la gente. Se incorporaron muchísimas personas, algunas muy en silencio, diría que es una participación silenciosa. Es una participación ciudadana como no se vio nunca antes. Seguiremos con timbreo, el puerta a puerta y con el mensaje del cambio. Hay que superar los prejuicios, las divisiones.

–En el debate sobre las propuestas, parece claro que les van a argumentar que ustedes no estuvieron por la Asignación Universal por Hijo, que votaron en contra de la estatización de Aerolíneas y tantas otras cosas, pese a que ahora las apoyan.

–Es que nuestra propuesta de cambio no está tanto en los cambios de medidas, sino en un cambio y en una mejora en la dinámica política o la forma de gobernar. Nosotros creemos que tenemos capacidad para hacer política y gobernar, sin eliminar las disidencias. Más buscando soluciones, no el conflicto. La sociedad hoy es plural, diversa, contradictoria.

–¿Qué se decidió sobre el debate o los debates?

–Vamos a ir a un solo, el de la Facultad de Derecho, organizado por Argentina Debate. La propuesta para un debate entre vicepresidentes la hizo Gabriela Michetti, pero no hubo respuesta.

–Muchos piensan que Jaime Durán Barba fue el gran estratega de la campaña del PRO y de Cambiemos. ¿Es así? ¿Lo seguirá siendo?.

–Durán Barba tiene un rol estrategico en nuestro equipo y, por supuesto, lo seguirá teniendo. Sin embargo, el gran protagonista de esta eleccion es Mauricio Macri. No tenga dudas.

–¿Cuál va a ser el eje de la publicidad para este ballottage?

–La publicidad va a girar siempre alrededor de la alternativa de cambio. Que hay que pasar a una nueva etapa, incluyendo a la gente del Frente para la Victoria. No vamos al revanchismo ni a una grieta invertida. Hay que sacar lo mejor adelante. Ese es nuestro mensaje y lo va a seguir siendo.